Después de la ducha, el inodoro es el mayor devorador de agua de la casa y eso pesa en nuestra factura. Es cierto que cada vez más inodoros están conectados al agua de lluvia, pero en períodos secos a menudo no pasa mucho tiempo antes de que se vacíe y se debe cambiar al agua de la ciudad.
Lo que se aplica a nuestro planeta también se aplica a nuestro hogar: el agua es un bien escaso y preciado. Con eso en mente, desarrollaron el dispositivo Buddy en IPEE. Es un asistente de aseo que utiliza tecnología inteligente. Según sensores y parámetros, la cantidad de agua necesaria para limpiar la taza se determina después de cada visita al baño. Así se consume mucho menos, lo que es bueno para el planeta y para el bolsillo.
Buddy, recientemente galardonado con un premio Henry Van de Velde, se integra en un mueble de baño a modo de placa de accionamiento. No hay pulsadores, porque la operación es sin contacto y por lo tanto más higiénica. Una luz indirecta funciona como una luz nocturna en la oscuridad. Buddy está disponible en varios baños y cuesta 399 euros.