El hijo de Andreotti responde a Rita Dalla Chiesa: «Acusar a mi padre es una bofetada a su memoria»

No hay desacuerdo entre Andreotti y el general Carlo Alberto Dalla Chiesa. Stefano Andreotti, tras la polémica por las palabras de Rita Dalla Chiesa sobre el “favor hecho a un político” con el asesinato del padre general, ocurrido en Palermo el 3 de septiembre de 1982, interviene para asegurar que no había odio entre los padre y el general de los carabinieri.

«Acusar a mi padre de su posible implicación en un asesinato o de tener relaciones con la mafia es una bofetada a su memoria y a su historia», declara el hijo del siete veces Primer Ministro. Stefano Andreotti se declara “entristecido por las palabras” de Rita Dalla Chiesa sobre la posible implicación del estadista de DC en el asesinato del general Carlo Alberto Dalla Chiesa. «Las sentencias de Palermo y Perugia han desmentido» cualquier hipótesis en este sentido, subraya Stefano Andreotti, quien recuerda que entre su padre y el general «existía una relación de gran estima mutua». En efecto: para reforzar las cordiales relaciones entre ambos, basándose en sus recuerdos, en una larga entrevista con AdnKronos, Stefano Andreotti da a conocer un intercambio de cartas que data de 1979.

las letras

En la primera carta, fechada el 3 de septiembre de 1979, Giulio Andreotti se dirige al general y le escribe que aprecia su elección de permanecer al frente de la unidad antiterrorista, renunciando a volver al papel de general de los carabinieri. «Estimado general – escribe Andreotti, que acaba de salir del Palacio Chigi, donde ha llegado Francesco Cossiga – Sé que aceptar la confirmación del cargo le cuesta, pero también conozco su patriotismo y pienso en el efecto que tendría el anuncio de otro. tenía solución y por eso debemos estar aún más agradecidos. Mis mejores deseos de buen trabajo y un cordial saludo.”

El 16 del mismo mes, Dalla Chiesa respondió: «Le agradezco mucho los sentimientos de solidaridad y de aliento que tuvo el agrado de enviarme; conocía su benevolencia y, con un dejo de presunción, también su consideración. , pero haber podido leer expresiones tan amables, en un momento de especial malestar interno y cuando más aspiraba a volver a las filas y por tanto a las sombras, me hizo bien y me dio el poco oxígeno que necesitaba”, escribe el general. «Sigo esperando que dentro de unos meses mis aspiraciones puedan encontrar su realización: los estados emocionales también conceden espacio a quienes, más que parecer, pretenden preservar la fe en la humildad y la modestia al servicio de nuestro Estado, pero también es cierto que en el paréntesis para el que se me pide que siga desempeñando un papel, mis actuaciones se caracterizarán, como usted me pide, por el más genuino sentido de responsabilidad hacia el gobierno y hacia la comunidad. Le renuevo, señor Presidente, mi agradecimiento”, concluye el texto.



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