El sábado 29 tendrá lugar uno de los Granfondos más duros: este año la meta es la misma que la de la reciente etapa del Giro. El largo desnivel de 166 km y 4.100 m es agotador
Livigno es sin duda uno de los paraísos para los amantes del ciclismo. Desde profesionales, que eligen quedarse allí para poder afrontar bloques de trabajo con todos los beneficios de la altura, hasta aficionados o simples aficionados al ciclismo, que en el “Pequeño Tíbet” encuentran rutas ideales, subidas icónicas al alcance del pedal, además inmerso en un contexto natural difícil de reproducir. Por este motivo, el Granfondo Alé-La Merckx ha decidido trasladarse a Livigno, un lugar donde podría ascender aún más en el ranking de los eventos amateur más importantes de Italia.