El Gabinete cierra el grifo de dinero para la política medioambiental de Holanda Septentrional, ¿ahora qué?

Tomemos como ejemplo a Martijn De Jong, líder de proyecto en Landschap Noord-Holland. Desde hace tiempo quiere trabajar para mejorar la naturaleza en Frisia occidental. Con decenas de horticultores en esa zona, es necesario mejorar la calidad del agua lo más rápido posible y proteger mejor a las aves de la pradera. Pero De Jong necesita dinero para convencer a los agricultores de que dediquen parte de su producción a las aves de pradera.

El dinero provendría del Programa Nacional de Áreas Rurales, uno de los últimos restos de la política agrícola de Rutte IV. Partiendo de la idea de que las provincias están más cerca de las reservas naturales que La Haya, debían solucionar la crisis del nitrógeno, mejorar la calidad del agua y restaurar la biodiversidad. Para ese proyecto se disponía de un total de 25 mil millones de dólares, que estarían disponibles en varias cuotas. De esta cantidad, Holanda del Norte ha recibido hasta ahora 21 millones.

Ese presupuesto ya no aparece en los planes del nuevo gobierno. “Detenemos el programa nacional para las zonas rurales”, escribe el gabinete Schoof en el acuerdo de coalición. El programa será sustituido en parte por la “gestión agrícola de la naturaleza” por parte de los agricultores, para la que el Gobierno asignará estructuralmente 500 millones de euros a partir de 2026.

Según el acuerdo de coalición, el gobierno quiere tomar el control. Aún no está claro qué significa eso exactamente. Y eso ha provocado mucho malestar entre las partes involucradas que han estado tratando de lograr objetivos naturales en todos los niveles durante los últimos dos años.

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