El fútbol tiene una falta crónica de hombres como Ron Jans

Pablo Onkenhout

Ron Jans se retira temporalmente del fútbol, ​​se está tomando un año sabático. Más gente debería hacer eso en este mundo y su periferia. Yo mismo lo anhelo, apenas hubo puntos brillantes por descubrir la temporada pasada. Ya no quiero hablar más del Mundial de Qatar. Tampoco sobre la Nations League (monstruosidad comercial), ‘Ajax DNA’, lanzadores de mechero y cánticos homofóbicos.

En el FC Twente, Jans -siempre mencionando que ha sido profesor de alemán durante diez años- se despidió con un lindo premio, la clasificación para la segunda ronda preliminar de la Liga de la Conferencia. Lo hizo en una ciudad que se denominó ‘Enschede con los pies en la tierra’ en este periódico esta semana.

La descripción fue en una entrevista con un periodista científico de Twente que hace un breve trabajo sobre los mitos de la salud de los falsos gurús e influenciadores del bienestar en Twitter. Al fútbol también le vendría bien un seguidor tan crítico, por cierto.

Queda por ver si Enschede es realmente tan sensato. Recordar el loco presidente Joop Munsterman y el título nacional en 2010, y el caos resultante cuando el castillo en el aire se derrumbó por completo. Los seguidores del Grolsch Veste tampoco dan una impresión sobria. Cuando cantó el gallo, relativamente muchos lanzadores de cerveza estaban activos en el estadio.

En el no siempre sobrio Twente, tras el último partido de la temporada, ante el Sparta, se dijeron cosas dignas. Me hizo sentir genial. Por ejemplo, Jans llamó perro al director técnico del FC Twente, Jan Streuer. Streuer es oficialmente mi jefe, dijo Jans, pero también mi perro, amigo, padre, hermano y mentor.

Streuer a su vez admitió sin rodeos que no existe un segundo Ron Jans y que no había ido a buscar uno para cubrir la vacante. El club nombró a Joseph Oosting como entrenador y Streuer -compárelo con la hinchada charla en el Ajax tras el nombramiento de Maurice Steijn- no se lo puso difícil. Solo después se sabe si fue una buena elección, dijo Streuer con naturalidad. Más ejecutivos del fútbol deberían hacer eso, expresar sus dudas y moderar las expectativas.

Jans se preguntó cuánto dura realmente un año sabático y él era el periódico local tubantia en aras de cuando le pidieron que resumiera su carrera y su exitosa etapa en el FC Twente en un ‘musical once’, once canciones de su discoteca. Las décadas de 1960 y 1970 estuvieron sobrerrepresentadas, incluidos Pink Floyd, Neil Young, James Brown, Bob Dylan y Frank Zappa.

Con su explicación, Jans hizo todo bien. Espera una ‘señal de arriba’ para salir de la caja (Dime cuando termine de The Dream Syndicate) y dijo sobre No más señor buen chico de Alice Cooper que siempre trata de ser agradable y amable, un sonido inusual en un mundo que está cada vez más podrido.

Debido a su elección Es el mundo del hombre del hombre de un hombre de James Brown: «Mi esposa es la persona más importante en mi vida». Su comentario sobre Joven para siempre de Bob Dylan: ‘Ten cuidado con el niño que llevas dentro y aférrate a ese sentimiento el mayor tiempo posible. Sé ingenuo a veces, pero disfruta, diviértete y muestra tus emociones.’ Acerca de cambios de David Bowie: ‘Siempre tienes que ser tú mismo, pero al mismo tiempo tienes que estar al día’.

Es difícil decir si Jans es el mejor entrenador que nunca han tenido Ajax, Feyenoord y PSV. Lo cierto es que el fútbol tiene una falta crónica de hombres como él.

El Duodécimo Hombre se va de vacaciones de verano. Volverá en agosto.



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