El Fondo de Desarrollo y Cohesión destinado al Sur pero utilizado como cajero automático para emergencias


En la época de Giulio Tremonti, ministro de economía de los gobiernos de Berlusconi, todavía llevaba el nombre de Fas (Fondo para áreas infrautilizadas) y se decía que se usaba como cajero automático. Hoy, con la etiqueta renovada de Fondo Sviluppo e Cohesion (FSC), la película parece repetirse. Las directrices europeas -al igual que los fondos de la UE- han supuesto una cierta flexibilidad en la orientación de los recursos a favor de las emergencias: primero las medidas contra la crisis del Covid-19, luego las vinculadas al contexto de la guerra en Ucrania y, de nuevo , intervenciones contra los altos costos de la energía. Pero, emergencias al margen, se hace cada vez más evidente la tendencia hacia un uso contingente, desvinculado de la misión real de un fondo nacional de carácter extraordinario destinado a reducir las brechas territoriales. Para el ciclo 2014-2020, de los 68.800 millones de recursos del FSC, 19.000 millones se utilizaron en esta clave. Aproximadamente 10.200 millones reducidos y casi 5.000 millones asignados con usos específicos establecidos por ley, para financiar medidas puntuales que, aun encaminadas a reducir las brechas, deberían haberse cubierto con recursos ordinarios. Otros 4.100 millones han sido asignados por Cipess para la crisis del Covid. Todo ello con incidencia en el mantenimiento de la clave de adjudicación que prevé un 80% para el Sur y un 20% para el Centro-Norte. El mismo Informe sobre la utilización de los fondos de cohesión 2014-2020, adjunto al Def, subraya que “las asignaciones de emergencia también han afectado negativamente al cumplimiento de la restricción territorial de destino”.

Uso extraordinario

El Informe señala, en general, que «a lo largo del tiempo ha habido un aumento considerable en el uso de la FSC pedido adicional, en virtud de disposiciones legales, ya para satisfacer necesidades presupuestarias, ya para usos específicos de diversa índole”. La deriva consiste precisamente en los frecuentes recortes a favor de intervenciones puntuales, incluidos gastos de carácter corriente.

Y llegamos al nuevo ciclo, 2021-2027. La disponibilidad de FSC ha aumentado a 75,8 mil millones, pero hay varias incógnitas. Con el Decreto de ayudas de 2022, se han adelantado seis mil millones, extraídos de los proyectos más retrasados, para hacer frente a la emergencia de altas materias primas en las obras y sigue en marcha el relevamiento para entender si algunas de esas intervenciones corren riesgo de desfinanciación. se están acelerando y, por lo tanto, pueden restablecerse. A la espera de esta encuesta, todavía está bloqueada la asignación a las Regiones de una parte de 25 mil millones, de los cuales más de 22 mil millones en el Sur (ver Il Sole-24 Ore del 22 de septiembre de 2022) que ya había sido predefinido el pasado junio. La solicitud de una reunión urgente para superar este estancamiento, informa Il Foglio, fue enviada por el presidente de la Conferencia de Regiones Massimiliano Fedriga al ministro de asuntos de la UE, Pnrr y South Raffaele Fitto.



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