El servicio de seguridad estadounidense FBI tiene el teléfono de Thomas Crooks, de 20 años, que atacó al expresidente Donald Trump el sábado por la noche. Así lo informa la agencia de noticias Bloomberg. Obtener el teléfono era una prioridad en la búsqueda del motivo de Crooks, según el investigador Kevin Rojek, que dirige la investigación. Su familia está cooperando con la investigación.
No se conoce ningún motivo ni se ha identificado ninguna ideología que pueda estar vinculada al tirador. El FBI ha recibido más de 2.000 pistas hasta ahora, afirma Rojek. Parece que actuó solo.
Crooks fue asesinado a tiros inmediatamente por las fuerzas de seguridad después de dispararle varias veces a Trump desde un techo a unos 150 metros de distancia. El FBI todavía está trabajando para acceder a la información almacenada en su teléfono.