El expresidente georgiano Saakashvili amenaza con morir sin la atención adecuada tras dos huelgas de hambre

Saakashvili fue presidente de 2004 a 2013 y regresó a Georgia el 1 de octubre, tras ocho años de exilio en Ucrania. Las autoridades lo arrestaron de inmediato por una condena por abuso de poder.

En protesta por lo que él creía que era una sentencia por motivos políticos, el exjefe de Estado prooccidental inició una huelga de hambre de 50 días. Lo terminó el 20 de noviembre. A finales de febrero siguió una segunda huelga de hambre, que duró 20 días.

Un grupo de médicos independientes que examinó a Saakashvili en cautiverio dijo el viernes que sufre trastornos neurológicos. Estos incluyen el síndrome de Wernicke (una enfermedad cerebral potencialmente fatal debido a una deficiencia grave de vitamina B1) y el trastorno de estrés postraumático.

Los médicos piden que el hombre de unos cincuenta años sea trasladado rápidamente a un hospital, donde ya no estaría expuesto a factores de estrés. Si eso no sucede, dicen que corre el riesgo de sufrir disfunciones de múltiples órganos, que pueden ser fatales. “Saakashvili necesita urgentemente tratamiento médico apropiado fuera de la prisión”, dijo Marjam Yishkaryani, una de las doctoras.

Hasta ahora, las autoridades georgianas han ignorado las preocupaciones de los médicos. El líder del partido gobernante Sueño de Georgia, Irakli Kobachidze, dijo esta semana que Saakashvili “no está satisfecho con la caída de su nivel de vida” desde que estuvo en prisión. “Solo necesita comer unos huevos y queso fresco y todo estará bien”.

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