Durante una reunión en Sao Paulo, prometió hacer todo lo posible para “reconstruir Brasil” tras el “desgobierno” del actual presidente Jair Bolsonaro (67). Las elecciones presidenciales se llevarán a cabo en octubre.
Lula ya fue presidente de Brasil entre 2003 y 2010. Con programas sociales sacó a millones de personas de la pobreza y el país también floreció económicamente.
Pero la corrupción también prosperó bajo el político de izquierda. En 2018, él mismo fue condenado por corrupción y no pudo participar en las elecciones presidenciales de ese año. Sin embargo, esa condena fue revocada en 2021.
Las encuestas sitúan a Lula por delante del derechista Bolsonaro. El 2 de octubre, los brasileños elegirán un nuevo presidente, vicepresidente y parlamento.