El ex director ejecutivo de McKinsey, Mickey Huibregtsen, les dio a sus nietos «lecciones de vida para Hubies»


Tenía su propia cremación «arreglada hasta el último detalle», dijo en 2017 en su jardín en Bilthoven en una conversación con NRC† “No puedes escribir esto”, dijo con una sonrisa traviesa, “pero estoy hablando en mi propio funeral. Ya lo grabé».

Su cremación tenía que ser una «celebración», según Mickey Huibregtsen, exdirector ejecutivo de McKinsey y expresidente de la organización paraguas deportiva NOC*NSF. Estaba “agradecido y feliz” por el tiempo que le quedaba después de sobrevivir por poco a la leucemia linfoblástica aguda en 2007.

Falleció la semana pasada a la edad de 82 años después de una breve enfermedad en su casa en Bilthoven, rodeado de su familia. Durante más de 65 años, Huibregtsen estuvo junto a Truusje, a quien conoció en la escuela secundaria. Tuvieron dos hijas y un hijo, diez nietos y bisnietos.

Mickey Huibregtsen nació el 26 de enero de 1940 en Rotterdam, hijo de un médico general. En ese momento su nombre todavía era Frederik Wouter. Porque en los negocios internacionales, Wouter se corrompió en Walter, que en ese momento (nació justo antes de la Segunda Guerra Mundial) era bastante sensible. Por eso se dejó llamar Mickey, por el apodo que tenía en casa.

Se graduó cum laude en mecánica técnica y teórica de TU Delft, fue oficial de la marina (teniente comandante, tercera clase). A los 30 años se incorporó a la agencia de organización McKinsey, donde permanecería hasta 1999. De 1986 a 1995 fue director ejecutivo de la sucursal holandesa.

Leer también‘La gente tiene que querer escucharme’

En sus casi treinta años en McKinsey, asesoró prácticamente a todas las grandes corporaciones, así como al gobierno e innumerables organizaciones benéficas. Según Pieter Winsemius, el ministro posterior que trabajó con él durante mucho tiempo, Huibregtsen era “el mejor analista” que conocía, para quien un problema no podía ser lo suficientemente difícil.

Huibregtsen era muy activo en la sociedad, analizaba constantemente cómo se podía mejorar la sociedad, en todas sus facetas. Y no dudó en compartir sus hallazgos y recomendaciones con cualquiera que quisiera escuchar. Fundó movimientos como MaatschapWij y de Publieke Zaak. También ha escrito varios libros, entre ellos: Gestión simplificada en 2017. Sentía, dijo, la obligación moral de transmitir sus conocimientos.

Sus nietos, a los que cariñosamente llamaba los ‘Hubies’, también podían contar con los consejos del abuelo. Tan pronto como tuvieron la edad suficiente, Huibregtsen los invitó a una cena donde les entregó las ‘lecciones de vida para Hubies’: un documento con consejos para la vida. Incluyendo: ‘Sé cortés con los demás usuarios de la carretera’.



ttn-es-33