El estancamiento de la política de asilo es deprimente y no es justo que Ter Apel, Emmen y Groningen soporten la mayor carga | comentarios DVHN

La política de asilo se ha estancado. Los Países Bajos del Norte soportan la carga más pesada de esto y eso no es justo.

Hace ahora un año que los solicitantes de asilo yacían en el césped frente a la entrada del centro de solicitud en Ter Apel. El hecho de que nadie tenga que pasar la noche al aire libre allí hoy quizás pueda verse como un beneficio. Pero por lo demás, todas las señales son rojas en la política de asilo y Ter Apel, Nieuw-Weerdinge, Emmen y Groningen soportan una carga desproporcionadamente alta.

Afluencia no bajo control

Holanda no tiene bajo control la afluencia de refugiados, reconoció el secretario de Estado Eric van der Burg la semana pasada en la Cámara de Representantes y lo volvió a confirmar este fin de semana en televisión. El Servicio de Inmigración IND y la Policía de Extranjería pueden gestionar 22.000 solicitudes al año, mientras que este año se esperan 77.000. Según Van der Burg, más personas simplemente no quieren trabajar en el IND, por lo que no hay perspectivas de solución.

Una pequeña parte de este grupo causa molestias en Ter Apel, Nieuw-Weerdinge, en el tren de Zwolle a Emmen y en el autobús de allí. El gobierno no sabe qué hacer con este grupo de ‘personas seguras’ que en realidad no tienen ninguna posibilidad de obtener el estatus de asilo porque en realidad no están huyendo de la guerra o la persecución. Hay supervisión extra en Ter Apel y Nieuw-Weerdinge, pero eso es trapear con el grifo abierto.

Muchos otros municipios se niegan a albergar

Los centros de asilo y los refugios de emergencia ahora están superpoblados. Todavía no hay absolutamente ninguna perspectiva de un segundo centro de solicitud, el alojamiento temporal adicional necesario y el flujo de refugiados reconocidos a los hogares. Groningen, Zuidbroek, Assen y otros lugares de nuestra región han actuado de manera responsable al aceptar solicitantes de asilo, pero la mayoría de los municipios del resto del país se niegan. Por eso es necesaria la ley de dispersión. Sin embargo, debido a la división política, esa ley ni siquiera ha sido discutida en la Cámara de Representantes.

Una de las principales causas de esta política estancada es la división en el gabinete. El primer ministro Mark Rutte y Van der Burg esperan que la solución venga de Europa, pero eso tampoco se lleva bien. Es desanimarse.



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