Un antiguo estadio de la Copa Mundial quedó irreconocible después de que las obras de construcción hicieran que su arco se moviera a 11 millas de distancia.
El estadio de San Mamés del Athletic de Bilbao fue remodelado en 2013 y se construyó un terreno nuevo junto a la antigua estructura.
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La antigua arena, que fue apodada “La Catedral”, tenía un arco icónico sobre la tribuna principal.
Fue construido en dos mitades en 1953 y sostenía un techo entonces nuevo sobre el estadio.
Increíblemente, fue el primer arco utilizado sobre un estadio deportivo y aumentó la capacidad del terreno a 35.000 personas.
España fue sede del Mundial de 1982 y nuevamente el antiguo San Mamés fue objeto de obras de construcción antes del torneo, lo que permitió que 44.172 aficionados pasaran por los torniquetes.
Fue el campo utilizado para los tres partidos de la fase de grupos de Inglaterra cuando los Tres Leones derrotaron a Francia, Checoslovaquia y Kuwait.
Jugadores como Bryan Robson y Trevor Francis anotaron en el estadio para el equipo de Ron Greenwood.
El Athletic de Bilbao finalmente abandonó San Mamés en 2013 por el estadio adyacente construido al lado que lleva el mismo nombre.
La impresionante nueva versión del estadio tiene capacidad para 53.331 aficionados y cuenta con iluminación de alta tecnología y una pantalla enorme en el exterior.
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Ha acogido conciertos, partidos de la Eurocopa 2020 y será la sede de la final de la Europa League de 2025.
Cuando el Athletic de Bilbao derribó su antiguo estadio no quiso deshacerse de su icónico arco.
Por ello, se trasladó 18 kilómetros más adelante, hasta el campo de entrenamiento del club en Lezama.
Se ha instalado junto a los campos donde entrena el primer equipo y donde juegan las categorías inferiores y femenina del club.
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