En diciembre ya se había acordado que el Estado pagaría el almacenamiento de esperma y óvulos de los soldados a partir de 2025. Pero esa ley también establecía que a partir del próximo mes se tomarían muestras de los donantes fallecidos. Esto provocó una conmoción y el cambio actual de las reglas. El esperma y los óvulos congelados de los soldados ahora estarán disponibles póstumamente durante tres años, después de los cuales el socio podrá pagar para extender este plazo.
Las políticas de fertilidad de Ucrania están en el centro de atención a medida que aumenta el número de muertes entre jóvenes soldados ucranianos durante la guerra de dos años contra Rusia. Ucrania no revela pérdidas, pero las estimaciones estadounidenses publicadas por el New York Times en agosto cifran en 70.000 muertos y hasta 120.000 heridos. También se está considerando una mayor movilización.
Según sus defensores, el cambio de ley era necesario para “proteger el acervo genético del pueblo ucraniano, lo cual es especialmente urgente dada la actual agresión rusa”.
Los expertos abogan por más ajustes, porque toda persona tiene derecho a “continuar con su propia familia”. Afirman que, por ejemplo, en Israel está permitida la recogida póstuma de esperma de los soldados.
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