Para el atacante también un poste, un travesaño y un gol anulado: los toscanos abrumados y el cuarto puesto para el equipo de Bérgamo
– EMPOLI
Un Scamacca demoledor, ante la mirada del técnico Spalletti, presente en la grada, pone la firma más clara a un monólogo absoluto del Atalanta, que también gracias a la victoria de la Lazio sobre la Fiorentina subió al cuarto puesto. Para el delantero centro ante el Empoli dos goles, una asistencia, dos remates al palo y mucho más: imparable. A su alrededor, un equipo que jugó de memoria, también muy sólido detrás, para exponer los límites de un ataque constante con tres goles marcados (dos en la victoria del derbi) en diez partidos. Son muy pocos los que piensan en salvarse sin estremecerse. Y esto, para el equipo de Andreazzoli, es un gran paso atrás respecto al último partido, que también puede pesar desde el punto de vista psicológico. El Atalanta, por su parte, llega al partido del sábado contra el Inter con una gran dosis de confianza. Y una certeza: con una Scamacca como ésta no es necesario poner límites.
LAS OPCIONES
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Andreazzoli no cambia y da confianza a los protagonistas de la victoria en Florencia: gracias a la indisponibilidad de Baldanzi, el tridente ofensivo también se replica con Cancellieri y el ex Cambiaghi “acompañando” a Caputo. En el Atalanta, considerando lógicas las reanudaciones desde el minuto 1 de Scalvini y Scamacca, que habían salido desde el banquillo en Graz, Gasperini sólo tuvo que resolver una duda, la del segundo delantero, junto al delantero centro de la selección: Lookman. confirmado, prefirió a De Ketelaere y Muriel, con Koopmeiners como centrocampista ofensivo. En lugar de Zappacosta, que resultó afectado, está Hateboer que regresa del 1′ después de más de nueve meses.
PRIMERA MITAD
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Lo demuestra el abundante 60% de posesión del balón al final de los primeros 45′, hay un dominio absoluto del Atalanta, que aplasta al Empoli desde todos los puntos de vista y podría terminar la mitad con más de dos goles por delante: excesivo poder físico, calidad. , diálogos perfectamente mecanizados, claridad en la alternancia entre rotación de balón y estocadas. Como lo demuestra su marcador, está el impacto en el partido de Gianluca Scamacca, que promete -cuando encuentre continuidad también en los momentos de ataque del partido- ser aún más devastador: el gol que abre el partido, al 5′ en un tiro profundo. pase de Lookman que se convierte en asistencia porque el delantero centro inventa un temible taconazo para burlarse de Berisha; un palo en el 17′, con un disparo al palo; un gol de cabeza anulado por fuera de juego a Koopmeiners al inicio de la acción; El 2-0 estuvo cerca (cabezazo tras un centro de Hateboer, detenido por Berisha) y luego se inspiró, con el pase ganador para un disparo cercano de Koopmeiners, en el minuto 29. Ya 5′ antes, Atalanta había estado cerca de duplicar la ventaja con Ruggeri, legitimando una superioridad total, que el Empoli logra romper sólo una vez, con una incursión de Cambiaghi interrumpida por Ruggeri: Massimi, en medio de las protestas del Empoli, no ve los límites del penalti y la sala del VAR confirma su decisión.
SEGUNDA MITAD
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Al Atalanta sólo le falta el tercer gol para permitirse gestionar la diferencia con el Empoli, que parece empezar con más convicción, pero pronto se frustra. Porque ese tercer gol llega después del 6′, y la firma es siempre la misma: Scamacca aprovecha una recuperación de De Roon tras un despeje fallido de Maleh y lanza un gran derechazo que sorprende a Berisha en su palo. Antes de marcharse, el delantero centro tuvo tiempo de acercarse a marcar un hat-trick con un gran disparo lejano que se marchó fuera del larguero, después de haber fallado ya en la ocasión más fácil, un balón suelto en el área, dirigido muy alto con el pie izquierdo. ¿Y Empoli? A pesar de las sustituciones de Andreazzoli, pequeños cambios: un poco más de vivacidad aportada por Maldini y sobre todo Fazzini, pero la gestión de los nerazzurri es demasiado confiada, mantenida también viva por la gestión de la energía de Gasperini. La única oportunidad para el Empoli es con un sprint hacia la derecha de Cambiaghi, que sin embargo apunta al cuerpo de Musso, que bloquea con el pecho. El símbolo de la solidez defensiva del Atalanta, que prácticamente ya no corre el riesgo de comprometer su séptima portería a cero en diez partidos.
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