METROonoi y tiarè son los perfumes perfectos para los productos de belleza del verano. ¿Qué notas además de éstas crean la ilusión de playas lejanas, paraísos tropicales y bienestar? No es sorprendente, reciben el sobrenombre de notas o aromas “sentirse bien” que, nada más percibirse, inmediatamente te hacen sentir bien.. No sólo como fragancias de verano, sino sobre todo en aguas perfumadas, aceites corporales, cremas corporales, geles de ducha, etc. Para una piel sublimada que “sabe” a verano.
Monoi y tiare, notas que aportan buen humor
Si piensas en flores de tiare, inmediatamente te transportas a la lejana Polinesia Francesa.entre increíbles atardeceres, playas doradas y aguas cristalinas. El aroma que desprenden estas flores blancas en forma de estrella es cremoso y lácteo.
La nota de tiaré le da gran cuerpo y una sensación láctea al aroma. además de tener unas características organolépticas muy cremosas y naturalmente exóticas. No es casualidad que, si buscas esta nota, la encuentres muy a menudo junto a todas las flores del Indo-Pacífico, en particular el ylang-ylang y el frangipani, además de, obviamente, frutas como el coco. En definitiva, elegir una fragancia a base de tiare significa centrarse en una creación que te hace escapar de la vida cotidiana, te hace soñar.
Tiaré y monoi (no son lo mismo)
Tiare y monoi no son lo mismo. La tiare es la flor de la que se obtiene por destilación la nota olfativa; El el monoi, en cambio, es el resultado de la maceración de flores de tiare, que no es otra que la orquídea polinesia, en aceite de coco..
Normalmente el proceso dura al menos un mes y las proporciones son aproximadamente de 12 cogollos por litro de aceite. Secreto ancestral de las poblaciones locales, el monoi es el producto polinesio más conocido en el mundo, además de ser el más exportado, y es completamente natural.
Principalmente en aceite, aunque algunas marcas lo transforman en crema, el monoi es sumamente fragante, tiene un aroma lácteo y cremoso que se obtiene de la flor y se combina con las delicias del coco. Su formulación, muy rica en propiedades, lo convierte en una llave maestra: se puede utilizar en lugar de perfume en el cuerpo, se puede pulverizar sobre el cabello, tanto para nutrirlo como para perfumarlo. Además es muy rico en antioxidantes y ácidos grasos, por tanto perfecto para proteger la piel del fotoenvejecimiento y la sequedad.
Monoi, una maravilla para el cabello. Y no solo eso
El mérito de todas estas propiedades es del aceite de coco, presente en un 99% en la fórmula del monoi. Esto es de hecho un ingrediente nutritivo e hidratante Fácilmente absorbido tanto por la piel como por el cabello. ¿La razón? Su particular estructura molecular: al ser una molécula sin dobles enlaces, penetra profundamente, tanto en la piel como en el cabello.
Finalmente, nutre profundamente la piel gracias a vitamina E, presente en grandes cantidades, tiene un aroma muy persistente y al no tener alcohol es una alternativa válida a las fragancias clásicas tanto en verano como en la playa.
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