El banco central ruso eleva las tasas de interés del 8,5 al 12 por ciento. Una medida de emergencia que debería apuntalar la caída libre del rublo. Y según el profesor de economía Paul De Grauwe, esta es una señal de que Rusia se está quedando sin aliento económicamente. Pero: “Si Rusia se mueve aún más hacia una economía de guerra, eso no es necesariamente una buena noticia”.
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