Debido al constante aumento de los precios de la energía, el propietario de un snack bar, Gerard Tesselaar de Schagen, no vio otra opción. Hace un mes subió los precios del snack bar Smularia en Schagen. Tiene que pagar más de 5000 euros más al mes en gastos de gas y electricidad. Y eso mientras la industria de la restauración se está recuperando un poco después de la corona.
Para Gerard, se siente como otro golpe más al que tiene que enfrentarse como empresario. Después de dos años difíciles con menos ingresos debido a la corona, finalmente esperaba tener un año ‘normal’ nuevamente desde la primavera pasada. Pero las facturas que recibe son claras: “La factura final del mes ha pasado de 2000 euros a 7200 euros”, dice el dueño del chiringuito.
Y eso, una vez más, crea un momento difícil para el empresario que recientemente fue propietario del snack bar Smularia y Bistro Smul durante 25 años. Por lo tanto, toma una decisión que preferiría no haber tomado, a saber, aumentar su lista de premios. “Todos los bocadillos se han vuelto treinta centavos más caros”, explica Tesselaar.
En el siguiente video, el propietario de un snack bar, Gerard Tesselaar, explica qué medidas tuvo que tomar debido al aumento de los precios de la gasolina (el texto continúa debajo del video).
Aunque Tesselink eligió aumentar sus precios en 30 centavos, eso ciertamente no cubre todos los costos adicionales que tiene que pagar. Es por eso que también trata de reducir los costos de otras maneras. Por ejemplo, deja una de las tres freidoras, en las que hornea sus papas fritas frescas, permanentemente apagada y ya no usa ambas cámaras frigoríficas. “Todo para reducir costes”, dice Gerard Tesselaar.
Apoyo del gobierno
Tesselaar todavía disfruta visiblemente de su trabajo, pero mira con sorpresa la actitud de espera del gobierno. “El gobierno piensa muy poco y los culpo por eso”, dice Gerard, “porque se tiene muy poco en cuenta a los empresarios”.
“Los empresarios son una mina de oro para el gobierno”
Según Tesselaar, esto se debe principalmente a los diversos impuestos que tiene que pagar, que también aumentan debido al aumento de los costos. “Los empresarios son una mina de oro para el gobierno, también se benefician de los impuestos”, dice. Por eso el empresario espera que el gobierno solo ofrezca ayuda a los empresarios.
Hasta entonces, Gerard espera no tener que volver a subir sus precios, pero tampoco puede garantizarlo. “No puedo verlo hasta que tengamos las cifras de este trimestre”, explica. Y esa vez, el dueño del snack bar espera hacer felices a muchas personas con un bocadillo. “Seguimos siendo positivos, pero mi alegría está disminuyendo un poco”.
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