Se consideraban hermanos. Pero cuando se enamoraron de la misma mujer se convirtieron en rivales amorosos. El propietario de un supermercado en Hoogeveen compareció recientemente ante el tribunal por supuestamente matar a su antiguo amigo, un joven padre de Enschede, y arrojar su cuerpo al canal Almelo-De Haandrik.
Después de que se le solicitaran dieciséis años de prisión, hoy conocerá el veredicto.
Pero para Umut Ural, el conocido abogado penalista que representa al dueño del supermercado, esto está lejos de ser un trato cerrado. «No hay asesinato sin motivo» fue el hilo conductor de su alegato en este caso. Y sí, su cliente tenía un motivo. Pero había mucha más gente que preferiría ver a la víctima muerta que viva.
Según Ural, el equipo de investigación pasó por alto una serie de cuestiones importantes y se guió principalmente por una visión de túnel.
Este caso gira en torno a Jihad Jafo de Enschede, que desapareció de la faz de la tierra durante meses en enero de 2022. Después de lo cual, meses más tarde, sus restos fueron encontrados en el canal cerca de Bruchterveld, envueltos en una manta y plástico y cargados con el soporte de 17 kilos de un carrete de manguera contra incendios.
El rastro llevó luego a Hamid S., de 47 años, de Den Ham, que tiene un supermercado halal en el centro comercial De Weide en Hoogeveen. Fue la última persona que vio a Jafo con vida. La víctima parecía haber recibido un disparo en la cabeza.
Teniendo en cuenta el método de trabajo, inicialmente parecía que había un acuerdo en el circuito criminal, pero luego resultó que había algo más en juego. Ambos estaban enamorados de la misma mujer, la esposa de Jafo.
Fue este Hamid quien se hizo cargo de ella cuando Jafo estuvo en una prisión alemana por posesión de drogas. Después de ser liberado, Jafo había regresado con su pareja.
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