El doblete de Rodrygo: la Copa del Rey es de la Real y Carlos X

Décimo trofeo de Ancelotti con el Madrid que venció 2-1 a Osasuna en la final. La copa faltaba desde 2014: la mejor forma de afrontar el partido del martes en el Bernabéu ante el City

De nuestro corresponsal Filippo Maria Ricci

El rey Felipe VI hizo el doblete: de día en Londres para la coronación de Carlos III, de noche con su hija, la Infanta Sofía, en Sevilla para la copa que lleva su nombre. Y quien coronó a otro Carlo, Ancelotti. Quien en la fea y decadente Cartuja del Sevilla ganó su décimo título con el Madrid, el vigésimo sexto como entrenador. Su segunda Copa del Rey, vigésima del Madrid (ya con 100 títulos totales) que no la conseguía desde 2014, cuando él, Carlo da Reggiolo, siempre estuvo en el banquillo blanco.

círculo cerrado

El Madrid venció por 2-1 a Osasuna, que nunca ha ganado un trofeo, y cerró el círculo: en dos temporadas con Ancelotti ganó los 6 trofeos que disputó. Y todavía puede hacer doblete en Champions: el Manchester City llega este martes al Bernabéu para disputar la ida de la semifinal. El Madrid llega con la moral alta, un título más, mucho cansancio, Modric recuperado y solo Ceballos dolorido. La final se decidió por dos goles de Rodrygo y la genialidad de Vinicius, protagonista para bien o para mal ya que una vez más se perdió en provocaciones y polémicas. Pero en términos de talento, bueno, es un campeón.

Las opciones

Ancelotti ha recuperado a Modric pero ha decidido mantenerlo en el banquillo confiando en Tchouameni. Rudiger también está fuera, con el recuperado Alaba haciendo equipo con Militao que no podrá jugar el martes por descalificación. Camavinga siempre se dejaba atrás. Sorpresa en Osasuna en el banquillo «Chimy» Ávila, con el ex Crotone Ante Budimir en el centro del ataque. El problema de Osasuna es que con la ausencia de Nacho Vidal Arrasate manda a Moncayola, centrocampista, a jugar de lateral derecho. Y Vinicius juega por esos lados, en un gran estado de forma. El técnico de Osasuna intenta el doblete por medio de Rubén Peña, pero con el primer suspiro del partido Vinicius saca a los dos, llega a la espalda y manda el balón de vuelta a donde lo espera Rodrygo: el Madrid se adelanta a los 107 segundos. Para Vini 22 goles y 18 asistencias esta temporada, superando los números de la temporada pasada. Osasuna muestra una integridad notable: enseguida los cabezazos de Aridane y Budimir, luego Abde lanzado por Ruben Peña supera a Courtois pero Carvajal consigue despejar el balón antes de que entre (26′). El Madrid se había relajado, apegado a la gran inspiración de Vinicius. Pero en el 32′ pegó en el larguero con una fantástica falta de Alaba, un zurdazo desde más de 30 metros con Sergio Herrera batido.

Ven desatado

El partido transcurrió con intensidad y generosidad, hasta que Vinicius decidió mostrar la otra cara de su personalidad. El más provocador y pendenciero. Tras caer en el área sin motivo alguno, empezó a discutir con todos: David García, Rubén Peña y luego también Chimy Ávila en el túnel de vestuarios, con acercamientos peligrosos y momentos de tensión. Ancelotti había mostrado su decepción a Vinicius, sus compañeros habían intentado calmarle, todo en vano. Para Vini también la quinta tarjeta amarilla en 5 partidos de Copa del Rey, y también sacó 10 en La Liga. Vinicius volvió al campo acompañado de Ancelotti que le puso una mano en el hombro.

El empate

Vini parecía más tranquilo, pero en el 58 fue el Madrid el que se agitó: centro de Abde lo desvió Carvajal, el balón fue para Lucas Torró que superó a Courtois desde 25 metros para igualar el encuentro. El entusiasmo de la afición de Osasuna provocó que un trozo de balaustrada cayera en la curva de este estadio tan deteriorado, afortunadamente sin consecuencias. Tras unos veinte minutos de meditación, Vinicius reinició: otra gran progresión, otra línea de gol conquistada a su antojo, otro pase atrás: David García remató mal, remate de Kroos, rechace sobre el propio David García y nueva ventaja de Rodrygo (70′) . Hacía 1980 que un madridista no marcaba dos goles en una final de copa: el último fue el mítico Juanito en el histórico partido ante el Castilla, el segundo equipo del Madrid. El gol rompió la encomiable resistencia de Osasuna, que disputó dos finales de Copa y perdió las dos. No tiene nada que reprocharse: el Madrid ganó gracias a sus campeones brasileños.



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