Durante años, los periodistas pueden ingresar al sitio de forma gratuita para informar sobre la fiesta popular. Desde este año, la organización de conciertos MOJO, el organizador de Lowlands, ha estado pidiendo una ‘cuota benéfica’ de diez euros por persona. Cualquier persona que no pague no podrá ingresar al sitio. El dinero no va al bolsillo de Lowlands, sino a organizaciones benéficas con las que colabora el festival.
Dos de esas organizaciones benéficas, Amnistía Internacional y Oxfam Novib, no quieren la donación. Creen que pedir dinero a los periodistas choca con la libertad de prensa y la igualdad. Stichting VluchtelingenWerk acepta la donación del festival. “Aplaudimos la iniciativa de Lowlands de hacer algo para la caridad”, dice un portavoz de la fundación.
Muchos medios no quedaron conformes con la demanda, algunos manifestaron que ya no vendrían si tuvieran que pagar por el acceso. Por ejemplo, la NOS anunció que no pagaría por el acceso a las fuentes, la ANP no quiere una relación financiera con las organizaciones denunciadas y la NRC quiere poder hacer su trabajo sin pago. El sindicato de periodistas NVJ llama a la tarifa de caridad ‘incorrecta en principio’ y una ‘mala señal’.
La opinión de Van Eerdenburg sobre esto es clara. “Pensé, ¡¿qué diablos está pasando aquí?! Un periodista podría decir: ‘No seré agasajado por la organización y quiero ser completamente independiente, pagaré los 300 euros yo mismo, luego puedo matarlos si quiero’. Pero también los periodistas que vienen aquí gratis y nos matan, solo obtienen otra tarjeta al año siguiente”.
Según el director, al final no está nada mal que los medios no vengan al festival. “La NOS no va a venir, no. Por razones de principio. La misma NOS que paga montones de dinero para poder informar sobre el Mundial de Qatar, donde no tienen una libertad de prensa muy alta”.
Lowlands tendrá lugar en Biddinghuizen los días 18, 19 y 20 de agosto. La edición de 2023 se agotó en quince minutos.