Wayne LaPierre, defensor radical estadounidense de las armas de fuego, dimitirá a finales de enero como director del grupo de lobby estadounidense NRA. Así lo informaron el viernes varios medios estadounidenses. El propio LaPierre (74) dice que se marcha por motivos de salud, pero los periódicos americanos Los New York Times y Wall Street Journal señalan una serie de demandas en su contra como motivo de su salida. Está acusado de corrupción y el fiscal de Nueva York lo amenaza con destituirlo de su cargo. También se enfrenta a cuantiosas multas.
LaPierre ha sido director de la NRA desde 1991. El grupo de presión tiene millones de miembros, a quienes sabe cómo movilizar para influir en la toma de decisiones políticas relativas a la legislación sobre armas, incluso a través de manifestaciones y anuncios de televisión. Bajo el liderazgo de LaPierre, la NRA se ha convertido en una fuerza importante en Estados Unidos, especialmente porque los candidatos republicanos quieren el apoyo político del club. Después de grandes tiroteos en escuelas y otros lugares, LaPierre y la NRA han abogado consistentemente por más armas en las calles en los últimos años, en lugar de menos.
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Intento de golpe de Estado
En 2019, LaPierre se vio envuelto en una lucha de poder con otra figura destacada de la NRA, Oliver North, un político profundamente conservador que era presidente de la NRA en ese momento. North acusó a LaPierre de utilizar dinero de la NRA para gastos personales. El golpe de Norte fracasó, pero según Los tiempos y Wall Street Journal ha llamado la atención del Fiscal General del Estado de Nueva York sobre la lucha de poder de LaPierre.
Los fiscales dicen que LaPierre gastó cientos de miles de dólares de fondos de la NRA en vuelos en jet privado para él y su familia y en vacaciones en yate en las Bahamas. También recibió obsequios de vendedores de armas. Desde que comenzó la investigación ya ha devuelto casi un millón de dólares (900.000 euros) a la NRA.
Los ingresos y la membresía de la NRA se han visto afectados, en parte debido a la controversia que rodea a LaPierre. En 2022, el grupo de interés facturó 192 millones de euros, un 40 por ciento menos que en 2018. Hace seis años, la NRA todavía tenía casi 6 millones de miembros, hoy todavía hay 4,2 millones de miembros.
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