El dilema de Kering con Gucci: el mercado es paciente a pesar de la constante caída de las ventas


Los inversores están mostrando una notable confianza en la estrategia de transformación de Kering, incluso cuando el grupo de lujo se enfrenta a una importante caída del 16 por ciento en las ventas y a los continuos desafíos de su marca insignia, Gucci. La reacción moderada del mercado (las acciones subieron un 0,5 por ciento después del anuncio de los resultados) sugiere confianza a largo plazo en los esfuerzos de reestructuración del grupo, a pesar de las expectativas de una presión continua sobre las ganancias operativas en el cuarto trimestre.

Resiliencia probada

La resistencia del precio de las acciones de Kering se refleja en la volatilidad general del sector del lujo, donde el punto de referencia de la industria Hermès continúa registrando un crecimiento sólido mientras que LVMH sufrió una leve caída del 5 por ciento, destacando las tendencias divergentes dentro del segmento premium. Sin embargo, el desempeño de Kering en lo que va del año es bastante aleccionador: las acciones cayeron un 40 por ciento en 2024, en gran parte debido a la enorme influencia de Gucci en la salud financiera del grupo.

No se puede subestimar la importancia de Gucci para la cartera de Kering: la marca representó el 45 por ciento de las ventas del grupo e incluso el 63 por ciento del beneficio operativo en el primer semestre de 2024. Esta concentración de riesgo se está volviendo cada vez más problemática a medida que Gucci lucha por recuperar su posición en un panorama de lujo cambiante.

Una marca en transición

Los desafíos de la marca ya existían antes del cambio actual. Bajo la dirección del ex director creativo Alessandro Michele, la estética maximalista de Gucci, que inicialmente permitió un cambio notable y años de crecimiento de dos dígitos, ha mostrado signos tempranos de fatiga del mercado en las últimas temporadas. El nombramiento de Sabato De Sarno como director creativo marcó un giro estratégico hacia una estética más reservada.

Sin embargo, este cambio creativo llega en un momento particularmente difícil para el sector del lujo. El mercado chino, que históricamente ha sido un motor clave de crecimiento para las marcas de lujo, muestra una continua debilidad en medio de incertidumbres económicas más amplias. El mercado occidental, aunque más estable, aún no ha adoptado plenamente la nueva visión de De Sarno para Gucci, y la prensa recibió una respuesta tibia a la nueva dirección de diseño de la marca.

Por lo tanto, los analistas del sector creen que la relativa estabilidad del precio de las acciones de Kering a pesar de estos obstáculos se debe a varios factores. En primer lugar, el mercado parece estar teniendo en cuenta el período de tiempo más largo que normalmente se requiere para las transiciones creativas en las principales empresas de lujo. En segundo lugar, el historial de Kering en la transformación de marcas -sobre todo Saint Laurent y Bottega Veneta- da credibilidad a su estrategia actual.

Los esfuerzos del grupo por diversificar su cartera de manera más amplia, incluidas adquisiciones recientes en el segmento de fragancias de alta gama e inversiones en gafas, también podrían aliviar las preocupaciones de los inversores sobre la enorme influencia de Gucci. Aún así, el éxito de la visión de De Sarno sigue siendo crucial para las perspectivas a mediano plazo de Kering.

La dirección de Kering destacó que 2024 será un año de transición y no se espera una recuperación significativa antes de 2025. Este cronograma está en línea con precedentes históricos para el reposicionamiento de marcas de lujo, pero el grupo enfrenta una presión adicional de un entorno cada vez más competitivo en el que rivales como LVMH y Hermès continúan mostrando una mayor resiliencia.

La capacidad del grupo para mantener la confianza de los inversores durante su estrategia de recuperación parece cada vez más precaria a medida que la debilidad se extiende más allá de Gucci: Saint Laurent informó de una caída del 13 por ciento en las ventas, mientras que otras casas de moda como Balenciaga y Alexander McQueen cayeron un 15 por ciento tuvieron que aceptar. Esto sugiere que los desafíos de Kering son más sistémicos de lo que se pensaba inicialmente.

La recuperación del grupo dependerá no sólo de las próximas colecciones de De Sarno en Gucci, sino también de las señales de reactivación en el mercado chino clave y de una reestructuración más amplia de la cartera en todas las casas. La silenciosa reacción del mercado ante las decepcionantes cifras sugiere que los inversores quieren dar tiempo a la dirección de Kering para implementar la estrategia.

Este artículo apareció originalmente en FashionUnited.uk. Partes del artículo se tradujeron utilizando una herramienta de lenguaje de inteligencia artificial. Editado por Simone Preuss.



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