El piloto estrella de Aston Martin tuvo un colorido día de entrenamientos, aunque las vueltas fueron pocas.
POA
Aston Martinín Sebastián Vettelin El viernes en Melbourne estuvo lleno de acontecimientos.
El alemán, que tuvo que perderse los dos primeros fines de semana de carreras de la temporada debido a Korona, finalmente entró en acción, pero solo por un momento. Aston Martin pitó y finalmente se detuvo en la pista ya en medio de los primeros ensayos.
Vettel se hizo cargo. No por primera vez en su carrera, agarró el equipo de extinción de incendios de un empleado del ferrocarril y lo roció con fuego de un motor en ciernes.
Después de que ondeara la bandera a cuadros, Vettel se apresuró a regresar al depósito en una scooter. Al público le gustó, al jurado no.
Vettel no recibió reprimendas por el casco que llevaba puesto, sino por correr en su propia pista. El reglamento prohíbe cualquier movimiento en la pista durante los cinco minutos siguientes a la finalización de la sesión de conducción.
Solo se puede obtener una excepción de un empleado ferroviario. Según Vettel, esto es exactamente lo que había recibido.
El juego tampoco fue robado, como dan tiempo a pensar los comentarios más amargos en internet.
– Le pregunté si iba a conseguir un aventón. Finalmente llegó el scooter y pregunté si podía conducirlo. No me gusta montar. Me regaló una scooter y me mandó de viaje, aclaró Vettel.
Antes de eso, Vettel se había ocupado a lo largo de la pista de que no hubiera más manchas debajo de las sábanas.
– Los oficiales del ferrocarril fueron muy serviciales. Uno tenía un Leatherman, que pedí prestado para poder quitar la cubierta y enfriar el auto. Fue un poco complicado, aclaró Mechanic-Seb.