Cien mil dólares: esa es la recompensa que el gobierno ucraniano ha ofrecido para el hombre o la mujer que logre tomar prisionero a Igor Vsevolodovich Girkin, alias ‘Igor Strelkov’. Ocho años después de su renuncia forzada como ‘ministro de defensa’ de los separatistas rusos en Donetsk, el ex oficial de inteligencia del FSB y sospechoso del MH17 se ha puesto nuevamente el uniforme para ofrecerse como voluntario para luchar en Ucrania.
A finales de octubre alguien lo fotografió en el sur de Rusia, cerca de la frontera con Ucrania. Girkin, gorra militar en la cabeza y pistola en la cadera, viste un ‘gorka’, el uniforme verde de las tropas de montaña que fue la indumentaria preferida de los separatistas en 2014.
Así que el círculo está casi completo. El 12 de abril de 2014, Girkin y 54 hombres armados ocuparon la ciudad de Slovyansk, en el norte de Donbas. Al hacerlo, dice el propio Girkin, “encendió la mecha en el polvorín” y desató una guerra que conduciría al derribo del vuelo MH17 sobre el este de Ucrania tres meses después, el 17 de julio de 2014.
Este jueves, el juez anunciará si Girkin y los sospechosos Sergei Dubinsky, Oleg Pulatov y Leonid Chartsjenko son culpables del derribo del Boeing 777 de Malaysia Airlines, que provocó la muerte de las 298 personas a bordo, incluidos 196 holandeses. Ni Girkin ni los otros acusados estarán presentes para escuchar el veredicto. Es probable que Igor ‘Strelkov’ Girkin no preste mucha atención al veredicto, aunque reciba cadena perpetua, como ha exigido el Ministerio Público. Ocho años después del accidente aéreo, el conflicto que inició ha degenerado en la mayor guerra europea desde 1945, y el coronel retirado ‘Strelkov’ está de regreso. Desde su regreso del Donbas, ha llevado una vida relativamente anónima y sencilla en Moscú: la medalla de oro que recibió por su papel en la anexión de Crimea tuvo que venderla.
Ahora, según los informes, comanda un batallón de voluntarios patrocinado por Yevgeny Prigozhin, fundador de la notoria firma rusa de mercenarios Wagner.
carrera sangrienta
Es un nuevo capítulo en la larga y sangrienta carrera de Igor Girkin (51). En 1992, el estudiante de Moscú se ofreció como voluntario para su primera guerra en Transnistria. Luego luchó en Bosnia y en las guerras de Chechenia. Según la organización rusa de derechos humanos Memorial, pudo haber estado involucrado en la desaparición de cuatro ciudadanos chechenos en 2001. Él mismo dice que no sabe cuántas personas murieron en su mano.
No soy una persona tan insensible que soy completamente fría.
Durante la ocupación de Slovyansk, ordenó disparar contra dos civiles ucranianos, incluido el estudiante de 19 años Yuri Popravka, que según Girkin eran ‘infiltrados’ de la organización extremista ucraniana ‘Sector Derecho’. En los mismos días, ejecutó él solo a un separatista abandonado que mató a un colega, dijo Girkin en una entrevista de 2020 con el periodista ucraniano Dmytro Hordon. El exmiembro del FSB no quiso precisar si disparó en la cabeza o en el corazón.
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Los muertos no mantienen despierto a Girkin. En su mundo, el reloj ha regresado a la Rusia zarista del siglo XIX, donde la guerra se trataba de honor y la gloria eterna se lograba en el campo de batalla. Como historiador estudió el movimiento ‘Blanco’ que luchó contra los bolcheviques, su gran afición es recrear batallas históricas.
En el mundo de Igor Girkin, no hay lugar para el Estado-nación ucraniano contemporáneo. Según él, los ucranianos son de hecho rusos, y el sur y el este de Ucrania (‘Novorossia’ en la época del Imperio) pertenecen a Moscú. Con la ocupación de Slovyansk, esperaba provocar una revolución que conduciría no solo a la restauración de la Gran Rusia histórica, sino también a cambios radicales en el liderazgo político de la Federación Rusa. Girkin nunca ha ocultado su desprecio por el corrupto régimen autoritario de Vladimir Putin.
La primavera rusa fracasó
Según Girkin, la ‘primavera rusa’ de 2014 fracasó porque Putin se negó a intervenir militarmente; permaneció con un apoyo encubierto. Sin embargo, cuando Rusia invadió el 24 de febrero, Girkin estaba encantado, pero su alegría pronto se convirtió en decepción por el pobre desempeño de las tropas rusas. En YouTube y en el servicio de chat Telegram, resultó ser un crítico despiadado del mando del ejército ruso. Las diatribas de Girkin y otros “halcones” nacionalistas habían sido toleradas durante mucho tiempo por el Kremlin -después de todo, apoyaban la guerra-, pero en octubre pasado se colmó el vaso y corrieron rumores de que la fiscalía iniciaría una investigación sobre la base de la nueva ley que difunde falsificaciones sobre la ‘operación militar especial’ de Rusia.
Poco después, Girkin dejó de publicar en su canal de Telegram. Su esposa publicó una foto de ella y Girkin, en uniforme. El 18 de octubre, el periodista Maksim Kalashnikov informó que había llegado la noticia de ‘Igor Strelkov’: “Está vivo y goza de buena salud, aunque hay intensos combates y muchas bajas. Dónde está sigue siendo un misterio”.
El accidente del vuelo MH17 y la muerte de “casi trescientas personas completamente inocentes” fue un “duro golpe” para Girkin, dijo en una entrevista con Dmytro Hordon. “No soy una persona tan insensible como para ser completamente fría”. Pero no quiere decir nada sobre las circunstancias del desastre y su propio papel en él, salvo que el ‘Volksweer’ no disponía de un sistema antiaéreo Book y que por tanto los separatistas no derribaron el vuelo MH17.
Girkin anticipa que algún día será extraditado o incluso asesinado. En cualquier caso, los hombres de su familia no alcanzan una edad elevada. Dice que no tiene miedo de morir, pero teme el juicio final de Dios “como todo creyente”. “Hay cosas en mi vida de las que me avergüenzo y me arrepiento”.