El conjunto, formado exclusivamente por una treintena de músicas y cantantes, se fundó oficialmente en el año 2000. El coro, dirigido por Maria Solomko, alcanza grandes alturas tanto cantando como tocando la bandura. El círculo de amigos belga-ucranianos de Herseaux acoge al grupo durante siete días en agosto, desde donde ofrecen siete conciertos. Después de Koksijde habrá actuaciones en Ypres, Kalken y Mouscron. A principios de agosto ya hubo actuaciones en Kortrijk, Arras y Dadizele. El viaje a Bélgica cuesta aproximadamente 7.000 euros, cantidad que se recauda a través de donaciones, conciertos y venta de souvenirs artesanales. El resto del importe se utilizará para apoyar una serie de proyectos (instituciones juveniles), incluido un internado para niños con discapacidades físicas y mentales en Rozdil (a 50 km de Lviv). La guerra ha hecho que ahora los beneficios de los conciertos se destinen a la ayuda humanitaria a las víctimas de la violencia en su país.
Un instrumento vinculado al pasado histórico del pueblo ucraniano.
El grupo toca un instrumento típico ucraniano. La bandura es un instrumento de la época de los cosacos (siglo XV), pertenece a la familia de la guitarra y el arpa y tiene de 54 a 64 cuerdas. La historia del instrumento está ligada al pasado histórico del pueblo ucraniano.
El conjunto tiene un programa muy variado, alternando obras clásicas, religiosas y folclóricas. El himno nacional ucraniano es central y todos los arreglos musicales son de Nathaliya Myschlovska.
El éxito del coro va mucho más allá de las fronteras. El conjunto ha sido galardonado en varios festivales prestigiosos: Gdynia-Praga, Dniepropetrovsk-Bratislava-Belfort y fue seleccionado para realzar la visita del Papa Juan Pablo II en 2001 a 1 millón de creyentes.