El confinamiento también afectó el comportamiento de los monos en los zoológicos

Probablemente los recuerdes, esos tiempos de encierro. Tal vez fuiste en bicicleta o caminaste como un maníaco o simplemente te transformaste en una bolsa de frijoles, encontraste un punto de descanso en la carrera de ratas o terminaste en un infierno mental. De todos modos, esos encierros no afectaron nuestro comportamiento y nuestros hábitos. Los humanos, según muestra un nuevo estudio británico, están lejos de ser los únicos primates que sufren esto.

El estudio, publicado en una revista profesional animales, observó el comportamiento de los bonobos, chimpancés, babuinos y gorilas en un parque zoológico y safari. Compararon la situación en 2020, cuando tuvieron que vivir sin público durante el encierro, con cómo se comportaron los primates cuando volvieron los visitantes. “Una oportunidad única” para comprender cómo los visitantes influyen en el comportamiento del zoológico, dice la investigadora Samantha Ward (Universidad de Nottingham Trent) El guardián. “Hablando cognitivamente, los primates se encuentran entre las especies más avanzadas en los zoológicos, y sus interacciones con los visitantes son complejas”.

Los investigadores observaron muchos cambios en el comportamiento. Por ejemplo, los babuinos verdes mostraron un comportamiento más sexual y dominante durante el encierro que cuando regresaron los visitantes. Los bonobos y los gorilas pasaban más tiempo solos, y los gorilas también descansaban más. Para los chimpancés, la reapertura del zoológico resultó para reavivar el apetito.

Los activistas por los derechos de los animales encontrarán poca munición en la investigación. Según los científicos, es muy difícil decir si un período prolongado fue anteriormente positivo o negativo para los primates individuales. El hecho de que los bonobos y los gorilas se comporten más socialmente cuando regresan los visitantes podría ser una ventaja. El hecho de que se perturbe el comportamiento de reposo de los gorilas -una especie más sedentaria- es otro posible argumento en contra del público.

Según los científicos, es difícil decir si las experiencias de encierro para animales individuales fueron positivas, negativas o neutrales, pero los chimpancés y los babuinos en particular parecían estar estimulados por el regreso de los visitantes.

Está claro que las interacciones entre los visitantes del zoológico y los primates tienen un impacto. Por ejemplo, en el parque safari, los babuinos verdes se acercaron más a menudo a los automóviles de los visitantes que al vehículo del administrador del parque. El estudio sugiere que mantenerse alejado de los automóviles permitió un mayor comportamiento sexual durante el cierre.

Según la investigadora Ellen Williams (Universidad Harper Adams), el estudio muestra que los primates se están adaptando activamente a su hábitat. Responder a esto a la hora de diseñar esos espacios es, por tanto, “muy importante para su bienestar”.



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