El concejal Ufuk Kâhya dimitió inmediatamente como concejal en Den Bosch el miércoles por la tarde. Su salida se produce después de que fuera acusado de conducta inapropiada. Durante una reunión del consejo el miércoles por la tarde, indicó que dimitiría “con la cabeza en alto y el corazón apesadumbrado”.
El concejal llevaba varias semanas bajo fuego. Según funcionarios municipales, Kâhya gritaba, menospreciaba e ignoraba a los empleados.
En su discurso de despedida del miércoles por la noche, indicó que estaba triste pero también orgulloso. También expresó su pesar.
“Me conmueve profundamente que haya personas a las que les haya molestado mi comportamiento en las conversaciones conmigo. Eso va en contra de todo lo que quiero defender. Me apasionan los desafíos que enfrenta nuestra ciudad. Puedo ser exigente en mi trabajo y a veces sin querer, golpeando a la gente.”
“No puedo ni quiero entrar en una pelea por esto. Algo así siempre se convierte en una historia de bien o nada”.
Según el concejal dimitido, también han surgido imágenes en las que no se reconoce. “Puedo identificarme con los hechos, no con estas imágenes. No puedo ni quiero pelear por esto. Algo así siempre termina siendo una historia de bien o nada”.
El alcalde Mikkers calificó lo ocurrido como un duro golpe para todos. De acuerdo a noticias dtv El líder del grupo, Anton van Roosmalen, de GroenLinks, está furioso por lo sucedido.
“Un concejal que, movido por pasión y ganas de actuar, anima a sus funcionarios, lo que puede haber causado cierta incomodidad. También se ha lamentado por ello. Pero la organización aparentemente no ha sabido abordar esto de forma madura”.
Según él, los funcionarios prefieren hablar de alguien que con alguien. “Y como resultado, la ciudad y GroenLinks pierden a un concejal muy bueno.”
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