La situación en el comercio minorista de calzado se caracteriza actualmente por grandes diferencias. Por un lado, hay insolvencias de conocidas cadenas de venta de calzado como RENO o Görtz; por otro lado, otras empresas -como Deichmann y grandes empresas locales de calzado- lograron buenas ventas en el último ejercicio y algunas están ya por encima del nivel anterior a la Corona.
En resumen, según las proyecciones iniciales, BTE supone que el comercio minorista de calzado cerró la primera mitad de 2023 con un aumento promedio de un solo dígito en las ventas en comparación con 2022. La Oficina Federal de Estadística incluso calculó un aumento de las ventas del 17 por ciento durante los primeros seis meses debido a diferentes métodos de cálculo.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que en los primeros cuatro meses del año comparativo 2022 todavía estaban vigentes las últimas restricciones del coronavirus, como las regulaciones 2G o 3G, que obstaculizaron gravemente el negocio. El 24 de febrero también llegó al mercado la guerra de Ucrania, lo que afectó al ánimo de compra de los clientes, al menos durante las primeras semanas. Por lo tanto, las tasas de crecimiento de los primeros cuatro meses de 2023 se basan en valores comparativamente bajos y, por lo tanto, fueron «preprogramadas».
Después de eso, el clima cambiante provocó altibajos en las ventas. Debido al clima fresco, en mayo de 2023 se produjo una caída en las ventas en comparación con 2022. En junio, por el contrario, se logró nuevamente un plus con un mejor clima.
En julio, con el tiempo cambiante, los modelos cerrados se vendieron muy bien. Los nuevos modelos otoño/invierno también han empezado con buen pie. Con el inicio de la ola de calor, muchos clientes decidieron no comprar zapatos en agosto, por lo que las últimas semanas han sido bastante tranquilas para la mayoría de las zapaterías.
La tendencia en el primer semestre del año se centró principalmente en los modelos deportivos, tanto en el sector de calzado bajo como en el de artículos abiertos. En el segmento de calzado bajo, las zapatillas de deporte en particular obtuvieron muy buenos resultados. Pero también tuvieron demanda los nuevos tipos de mocasines en colores estándar, así como en los colores de moda de temporada, verde y rosa. Las mulas eran las favoritas en el segmento abierto.
A pesar del aumento nominal de las ventas, el comercio estacionario del calzado sigue atravesando aguas difíciles. Debido a la alta inflación desde la primavera de 2022, la gran mayoría de las tiendas se encuentran sólo ligeramente en números negros o incluso en números rojos después del ajuste de precios. Además, muchas empresas se enfrentan a elevados aumentos de costes, por ejemplo en el ámbito de los costes de personal o los alquileres. Los costes de la energía, que aumentaron considerablemente en 2022, recientemente han disminuido notablemente, pero en su mayoría siguen por encima de los valores de 2021.
El sector del calzado tradicional puede estar satisfecho de haber podido recuperar cuota de mercado en el primer semestre del año. Según las primeras previsiones de BTE, casi dos tercios de las ventas en Alemania provinieron de especialistas en calzado estacionario. El comercio en línea, que representó más de la mitad de las ventas durante el pico de la pandemia, representa actualmente el 18 por ciento. Otros tipos de negocios, como los grandes almacenes y las tiendas de moda, representan el 17 por ciento de las ventas totales de calzado.
A pesar de los desafíos y cargas actuales, que también incluyen problemas intersectoriales como la excesiva burocracia, la escasez de trabajadores cualificados o el desarrollo del centro de la ciudad, el sector del calzado se muestra cautelosamente optimista sobre la ronda de pedidos para la primavera/verano de 2024. Las empresas son conscientes que los socios comerciales del comercio y la industria tendrán que colaborar aún más en el futuro. La BTE, que representa los intereses del sector del calzado, acompaña constructivamente este proceso.