Los altos costos de la energía han empujado el estado de ánimo de compra de la gente en Alemania a un mínimo histórico. El miedo a la energía cara ha llevado a muchos hogares a reservar dinero para las facturas de energía, explica el experto de GfK Rolf Bürkl.
Para septiembre, el índice de clima del consumidor determinado por GfK cayó 5,6 puntos a menos 36,5 puntos en comparación con el mes anterior, como anunció el viernes el instituto de investigación de mercado. Los analistas se sorprendieron por la fuerza de la caída. Aunque esperaban un revés, asumieron un valor de índice de menos 32,0 puntos.
Al menos las expectativas económicas de los consumidores encuestados no han caído más. Luego de dos caídas seguidas, el subindicador correspondiente se ha estabilizado, se lee en el comunicado. Sin embargo, los consumidores continúan calificando el riesgo de una recesión como alto.
Según las estimaciones de GfK, la situación podría empeorar aún más en las próximas semanas y meses si el suministro de gas escaseara en el próximo período de calefacción. (dpa)