El ex pívot se retiró a los 33 años, devastado por las lesiones, y ahora es el entrenador del Paris Basketball. En el banquillo aporta toda la experiencia acumulada en la Euroliga y en San Antonio
Un “campeão do mundo” se interpone en el camino del Olimpia Milano en la Euroliga. Se trata de Tiago Splitter, que atracará en el Foro con su Paris Basketball intentando arruinar la fiesta al equipo del entrenador Ettore Messina. Sí, porque el brasileño, a sus 39 años, se ha reconvertido al banquillo transmitiendo las enseñanzas de un tótem del balón a segmentos: Gregg Popovich. Splitter formó parte de los San Antonio Spurs durante cinco temporadas en la última década y en 2014 se convirtió en campeón del mundo (como les gusta llamarse a los estadounidenses) silenciosamente, detrás de la sombra de Tim Duncan, Kawhi Leonard, Tony Parker y Manu Ginóbili. Luego, el juego desgastó sus dos caderas hasta los huesos, lo que lo obligó a retirarse a los 33 años y seguir adelante. Como entrenador ha vuelto a encontrar la serenidad y ya está preparado para dirigir un club nacido en 2018, pero que continúa su camino hacia el Olimpo del baloncesto a velocidad supersónica.