El chofer de Maradona: "Tenía un gran corazón. Esa vez en el desierto…"

Cuando hablamos de Maradona nos viene a la mente Argentina y «su» Nápoles, pero el Pibe de Oro tuvo su residencia en Dubái durante muchos años… y las anécdotas no faltan.

Si hablamos de Diego Armando Maradona, nos viene a la mente Argentina, que juega el primer Mundial sin él, que se fue de este mundial hace exactamente dos años, y «su» Nápoles, que será la sede del nuevo ciclo de la selección. El Pibe de Oro, sin embargo, tuvo su residencia en Dubái durante muchos años. Y hasta por esos lares dejó un recuerdo imborrable, al menos en la memoria de Sulaiman Nellissery, el chofer que acompañó a Diez por el país del Golfo Pérsico durante siete años. Que hace un tiempo dio una entrevista a Infobae recordando su relación con Diego.

CONTENTO

Un hermoso retrato, el dibujado por Nellissery. “Lo recuerdo como un buen hombre, siempre sonriendo. Era feliz y le gustaba Dubai. Cada segundo que pasé a su lado fue un momento de alegría para mí. Llevo siete años con él como piloto y fue la época más feliz de su vida laboral. Lo conocí en agosto de 2011 cuando era uno de los conductores de Al Wasl. Incluso me dio la libertad de ir a su casa cuando él no estaba. Él confiaba mucho en mí. Y me encantaría poder ir al cementerio a buscarlo aunque para mí siga vivo».

Es legítimo preguntarse cómo era la vida de Diego en Dubái. Ni que decir tiene, bastante movida y llena de visitas… “Era un ir y venir continuo. Diego siempre iba acompañado de mucha gente y miembros de la familia real y del gobierno venían a visitarlo. No se negaba a nadie. «Estaba constantemente en contacto con las personas más poderosas del país, que venían a visitarlo a su casa. Y abrió las puertas a periodistas, amigos y familiares. Conocí a sus hijas y también a sus dos compañeros». Ser el conductor de Diego también significa haber vivido escenas particulares… «Un día íbamos a entrenar en Fujairah, la carretera estaba muy transitada y para evitar quedarnos atascados decidimos cortar las dunas». No es una gran idea. “Cuando intentamos pasar en la arena, el auto se detuvo por completo y salimos con Diego para volver a ponerlo en marcha. Diego se bajó porque no soportaba el calor, pero también para darme una mano”. La enésima demostración del gran corazón de D10S…



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