El Chelsea necesita un sargento: la idea de Conte-bis para el año que viene

TRES CARRERAS

En 2019, el despido de Conte y plantilla, incluidas las costas judiciales, le había costado al Chelsea 26,6 millones de libras, unos 31,2 euros. Fue el final de una relación que comenzó en el idilio y terminó en el caos. Conte, tan pronto como aterrizó en Stamford Bridge, ganó la Premier League 2016-17, luego, al año siguiente, a pesar de que se agregó la prestigiosa Copa FA al tablón de anuncios, fue despedido. Pesó mucho la falta de clasificación para la Champions, pero sobre todo un lento deterioro de las relaciones. Conte demandó entonces a los Blues, que no querían pagarle el último año de contrato, acusándolo de supuestas infracciones al reglamento interno, empezando por el despido de Diego Costa a través de un mensaje de texto. En el juzgado, sin embargo, tenía razón el italiano, que ahora tiene tres caminos por delante: la posibilidad de volver a la Serie A (sobre todo, el Inter le quiere de vuelta), la tentación de unos grandes jugadores europeos que cambiarán de banquillo, como el Chelsea, o un año sabático si no llega una propuesta acorde con tus ambiciones.

LAMPARA

Los Blues, por su parte, dieron la bienvenida a Lampard de la forma más extraña, torpedeándolo antes del inicio: «Bienvenido, pero vamos a buscar al siguiente…», dijo Boehly de inmediato. Sin embargo, el presente es más complicado que el futuro: el equipo es 11º, muy lejos de Europa. Frank se enfrenta hoy fuera de casa al Wolverhampton y el miércoles acudirá al Bernabéu para disputar la ida de los cuartos de final de la Champions League.Según la prensa inglesa, ya ha habido un contacto inicial a través de intermediarios y podría haber un encuentro directo la semana que viene. Pero, mientras tanto, la exploración del after-Potter (y Tuchel) continúa: Luis Enrique ha traído su currículum vitae a Londres, ha impresionado a la propiedad pero se necesitarán más reuniones. También actualizaremos con Julian Nagelsmann, que se habría estancado tras su despedida de Bavaria. Ciertamente, la búsqueda de Boehly será menos ansiosa de lo que parecía al principio y Conte tendrá tiempo de sobra para hacerse con la pole position. Y si ganaba la carrera, recibiría con los brazos abiertos al hijo pródigo Romelu Lukaku: los Blues lo saben.



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