Sereno en las imágenes sociales de la vida del equipo, el excapitán trabaja en el Continassa y no mira al exterior: las posibilidades del mercado, entre el finiquito y un papel melancólico
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GiovaAlbanés
– Turín
Leonardo Bonucci sonríe, trabaja junto con los otros compañeros no apreciados (como él) por Max Allegri y no da señales de rendirse desde el punto de vista emocional. Al menos hasta ahora, el excapitán de la Juventus nunca se ha encontrado con el técnico: los dos casi evitan el contacto, en el interior del polideportivo Continassa, a pesar de haber defendido juntos los mismos colores durante varios años. El zaguero está fuera del proyecto: por doloroso y -bajo su punto de vista- inesperado, la elección técnica del club no ha apagado su alma. El jugador está ahí, muy concentrado en encontrar la mejor condición y proyectado hacia la nueva temporada: imaginarlo parado, por ahora, no es una hipótesis creíble, aunque la chispa para dar inicio a la siguiente etapa aún no haya arrancado por ningún lado.
FUTURO
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La discusión con la Juve está cerrada: no hay margen para dar marcha atrás. Leo podría entrenarse todo el año por separado, como hizo en su día Fabio Grosso, pero el defensa aspira a ser también protagonista en la próxima Eurocopa: por eso encontrará una solución. Las sirenas árabes no le atraen por ahora, como las turcas: en el banco el Fenerbahçe podría encontrar cierta centralidad en el nuevo proyecto, pero a Bonucci le gustaría quedarse en la Serie A. Aquí hay suficientes equipos que podrían confiarle una camiseta, obviamente con papel de mamá gallina, para que se convierta en la referencia de un conjunto joven pero con proyección. Un aspecto central marca el camino: el futbolista quiere divertirse más, tanto dentro como fuera del terreno de juego.
SOLUCIONES
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El último año en la Juve se sustenta en un sueldo de 3 millones y medio netos. Es probable que el club juventino le reconozca una indemnización por el traspaso, mientras que el jugador estaría dispuesto a evaluar un salario menor si se vincula a un proyecto interesante para él. Cuidado con todos los clubes de la Serie A que quieren quedarse en el lado izquierdo de la tabla, quizás aquellos a los que les gustaría seguir en la carrera hasta el final por un lugar en Europa. Hay que tener en cuenta la hipótesis de Fiorentina, Bologna y Monza: de momento las cotizaciones a favor de la Lazio están a la baja. Más bien vigile a los estudiantes de primer año que se beneficiarían de un hombre experimentado, Cagliari o Frosinone. O a alguna que otra compañía sorpresa: el Lecce el verano pasado salió con el golpe de Umtiti.
PENDIENTE
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El fuerte nombre de Bonucci también enciende cierta esperanza en la Serie B, aunque por el momento se mantiene en el orden de las sugerencias. Pirlo lo ha pensado para la Sampdoria, que aspira a volver pronto a la máxima categoría. En Bari para Leo sería un regreso a sus raíces, tras la elección de Buffon en Parma. También está Palermo: en el Grupo City el jugador tiene varios admiradores, por ahora nada más. Leo está tranquilo, lúcido, consciente de que la siguiente etapa será aquella en la que deberá ponerse al servicio del equipo que estará preparado para recibirlo. Mientras tanto, en los últimos días ha habido momentos informales y despreocupados con sus compañeros, ex o casi: Paredes lo deseaba con fuerza en la cena de despedida al final de la mudanza de Turín, junto a Pogba, Gatti, Locatelli, Fagioli, Vlahovic y Perin. En la última foto en el gimnasio está posando con otros compañeros que le muestran un gran cariño.
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