El carillón de la ciudad anhela ‘sus’ campanas, pero cuelgan demasiado alto


El carillonista de la ciudad Carl van Eyndhoven (63) tiene prohibido tocar en las antiguas campanas de la torre de la iglesia Heikese en el centro de Tilburg desde hace un año. El municipio no puede garantizar la seguridad del carillón en caso de incendio. Carl está devastado. «Una tradición de larga data ha sido tan agudamente silenciada».

Foto de perfil de Omroep Tilburg

El año pasado, el municipio quería comprobar si el lugar de trabajo de Carl a una altura de 65 metros cumple con la Ley de Condiciones de Trabajo. Esa investigación mostró que sería difícil para el carillón descender por las escaleras en caso de incendio. Carl tuvo que dejar de tocar el carillón de inmediato y eso lo golpeó fuerte.

«He estado subiendo y bajando esas escaleras durante 33 años y nunca ha pasado nada».

El carillonneur todavía no puede entenderlo: “Llevo 33 años subiendo y bajando esas escaleras y nunca ha pasado nada. Si es necesario, contrataré un seguro adicional o pondremos más alarmas contra incendios”.

Aún así, según el municipio, se necesita más investigación y Carl ha estado en casa durante un año. Lo extraña mucho: “Fue una noticia terrible. Conduje todos los viernes y sábados de Amberes a Tilburg y lo hice con mucho amor. Toqué en muchas iglesias, pero el carillón de Tilburg es verdaderamente único. Fantástico en el estado de ánimo y audible a larga distancia”.

El carillón de la torre de la iglesia de Heikese suena en las calles de Tilburg desde 1966. El año pasado, el juego de carillón de Carl fue reemplazado por uno automático.

Rudi Klumpkens, presidente del comité del carillón de Tilburg, tampoco comprende la decisión del municipio. “Creemos que es absurdo. Con una simple decisión, una tradición ha sido agudamente silenciada”.

“No es por nada que esas pesadas campanas cuelgan tan alto en la torre”.

La investigación del consejo continúa. Anteriormente se pensó en colocar el instrumento en la planta baja, pero el comité del carillón no pudo tomarlo en serio. Rudi: “No es por nada que esas pesadas campanas cuelgan tan alto en la torre. El sonido es extremadamente fuerte. Si el municipio da ese consejo, no podemos tomarlo en serio”.

Al comité del carillón le gustaría hablar con el municipio, junto con el carillón de la ciudad. En carta al cabildo piden celeridad en la investigación.

Las escaleras del carillón (foto: Rudi Klumpkens).
Las escaleras del carillón (foto: Rudi Klumpkens).



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