Masoud Pezeshkian, un candidato relativamente moderado que ha insinuado reformas en Irán, ganó la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del país el viernes. De los más de 30 millones de votos emitidos, Pezeshkian recibió más de 17 millones, significativamente más que su rival, el conservador de línea dura Saeed Jalili. Jalili recibió alrededor de 13 millones de votos.
Después de que ninguno de los cuatro candidatos obtuviera la mayoría en la primera vuelta de las elecciones presidenciales del pasado viernes, la segunda vuelta fue entre Pezeshkian y Jalili. Si bien en la primera vuelta votó un número históricamente bajo de 24 millones de personas, una semana después esa cifra fue significativamente mayor.
Las elecciones presidenciales fueron convocadas tras la inesperada muerte de Ebrahim Raisi, el presidente iraní que falleció en un accidente de helicóptero en mayo. A más de 61 millones de iraníes se les permitió votar, pero una gran proporción se abstuvo debido a la baja confianza en el régimen iraní. Las autoridades decidieron mantener abiertas las urnas hasta la medianoche del viernes, en lugar de las 6 p.m., para garantizar que acudiera más gente.
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