Muestra con orgullo su medalla de oro frente a la pantalla. “Esto se siente bien”, se ríe. “Todavía es increíble. Realmente estamos aquí sentados, incrédulos de que esto realmente haya sucedido anoche”. Junto con Arvin Slagter, Dimeo van der Horst y Jan Driessen derrotó a Francia en la final por 18-17. La medalla de oro tiene ventaja en Ámsterdam, porque tres de los cuatro hombres proceden de la ciudad.
Emociones
Es la primera medalla de baloncesto para Holanda en unos Juegos Olímpicos. El partido contra los franceses fue espeluznante, también para los jugadores en el campo. “Estamos por delante, estamos detrás, estamos igualados”, describe. “Luego se adelantan y luego un disparo como ese. Es toda una montaña rusa de emociones que atraviesas durante el partido. En el momento en que entra el balón, Holanda se vuelve completamente loca”.
Aunque estaba en la guarida de los leones, también había numerosas camisetas naranjas expuestas en el estadio. Algo que impresionó mucho a De Jong. “Es genial ver cuántos holandeses siguieron ese camino por nosotros y que todos vinieron a jugar baloncesto allí”.
Velódromo
Para los juegos entrenado el equipo en el Velódromo de Amsterdam-Sloten. Esa ubicación en la ciudad resulta ser la clave de este segmento. “Porque siempre podemos estar ahí y tenemos un espacio donde podemos trabajar durante horas”, explica De Jong. “Pudimos unirnos allí y llevar nuestro juego al siguiente nivel. Eso fue esencial”.