El cambio climático está creando cada vez más zonas de malaria


El cambio climático y los conflictos políticos dificultan la reducción del VIH, la tuberculosis y la malaria. El objetivo de acabar con estas enfermedades infecciosas para 2030 no parece factible.

que informes El Fondo Global, el fondo mundial para luchar contra esas enfermedades, en un informe publicado el lunes. La publicación muestra que se está produciendo una “aceleración récord” en la lucha contra estas tres enfermedades infecciosas. Pero será difícil continuar esa tendencia en el futuro, afirma Peter Sands, director ejecutivo de El Fondo Global. “Esto resulta especialmente complicado en entornos donde la gente huye de zonas inhabitables”, afirma en una explicación del informe.

El cambio climático está creando cada vez más zonas con malaria en el mundo: la malaria se está propagando en lugares donde antes hacía demasiado frío para el mosquito Anopheles, portador del parásito. Además, las zonas de conflicto dañan la infraestructura de salud pública: las personas que enferman ya no tienen acceso a tratamiento médico.

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Y la inseguridad alimentaria y la escasez de agua están alejando a las personas de sus hogares, haciéndolas más vulnerables a las enfermedades. El año pasado Holanda declaró 180 millones de euros El Fondo Global y por tanto es el séptimo donante en tamaño.

El clima como la mayor amenaza

En muchos de los países en los que El Fondo Global invierte, se ha vuelto más difícil combatir las tres enfermedades infecciosas. Según la organización, el cambio climático es la mayor amenaza. Eso tiene el mayor impacto en la malaria. El principal cambio que ve la organización es la aparición de nuevas zonas de malaria en las tierras altas de África, como Kenia y Etiopía.

Además, se espera que los ciclones, inundaciones y otros desastres naturales también provoquen “un aumento dramático” en el número de infecciones por malaria, por ejemplo en países como Malawi y Pakistán. “Seguiremos a la zaga del clima, pero estamos intentando ponernos al día”, afirma Sands.

Los conflictos armados también complican la lucha contra las enfermedades infecciosas

Debido a los conflictos, la creciente desigualdad y las crecientes amenazas a los derechos humanos, se está volviendo cada vez más popular. El Fondo Global Cada vez es más difícil garantizar que las personas más vulnerables reciban la atención que necesitan. Los conflictos armados abruman el sistema de salud –que ya está sobrecargado– y dificultan, por ejemplo, hacer llegar los medicamentos al lugar correcto.

Más áreas de malaria

Las intervenciones de prevención de enfermedades en esas zonas también se ven interrumpidas debido a los conflictos. ellos lo hacen posible El Fondo Global Es difícil trabajar con socios de ayuda en zonas de guerra, como Sudán, Ucrania, Afganistán o Myanmar. “En lugares donde vuelan las balas, es mucho más difícil llevar a un niño con fiebre a una clínica”, dice Sands. “Cuando los hospitales de Ucrania fueron bombardeados y la gente abandonó sus hogares, inmediatamente desplegamos furgonetas de nuestro fondo de emergencia como clínicas móviles”.

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En algunas partes de África, las niñas corren más riesgo de infectarse con el VIH que los niños, debido, por ejemplo, a la violencia de género o a desventajas económicas y educativas. “Los Países Bajos desempeñan desde hace años un importante papel de liderazgo en este ámbito. Los Países Bajos están comprometidos con la igualdad de género y los derechos humanos en zonas vulnerables”, afirma Sands.

Según él, es necesario invertir en herramientas sostenibles para combatir enfermedades infecciosas mortales y al mismo tiempo prepararse para futuras amenazas a la salud.

Para 2022, la organización habrá invertido más de 5.200 millones de dólares para luchar contra las enfermedades. Los resultados superan las cifras anteriores a la pandemia de corona. En particular, el año pasado se proporcionaron 220 millones de mosquiteros para la lucha contra la malaria. Esto representó un aumento de más del 17 por ciento en comparación con 2021, cuando se distribuyeron 118 millones de mosquiteros.

Lucha contra el VIH

También hubo avances en la lucha contra el VIH: 24,5 millones de personas recibieron terapia con medicamentos antirretrovirales. Esto representó un aumento de casi el 12 por ciento en comparación con 2021. El año pasado también 6,7 millones de personas fueron tratadas por tuberculosis, más del 42 por ciento más que el año anterior.

El Fondo Global cree que es más importante ayudar al mayor número posible de personas por un precio bajo e invertir en herramientas innovadoras que tener en cuenta la sostenibilidad. En ocasiones, esto puede entrar en conflicto con el impacto ambiental que tienen las empresas farmacéuticas, como las emisiones de gases de efecto invernadero. “A la hora de comprar ayudas, intentamos elegir envases y medios de transporte sostenibles”, afirma Sands.

Para mantener el impulso en la lucha contra el VIH, la tuberculosis y la malaria, la organización quiere acelerar el acceso justo a recursos innovadores. Así es como se invierte El Fondo Global en el anillo de dapivirina, para prevenir el VIH en mujeres y en medicamentos contra el VIH para niños. Para combatir la tuberculosis, la organización utiliza equipos móviles de rayos X. También se ofrecen tratamientos más baratos contra la tuberculosis. Y en 2024, el mosquitero actualizado, con dos repelentes de mosquitos “significativamente más eficaces”, estará ampliamente disponible.



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