El cachorro de lobo elige el camino de las liebres, los observadores de lobos desaparecieron: “No se limitó a tomar fotografías”

El hecho de que los fotógrafos a veces casi se oprimieran para capturar al joven lobo ante la cámara creó situaciones que a veces resultaban difíciles para Van Oossanen. “La protección del lobo no está en la descripción oficial de mi trabajo, porque el lobo no pertenece a nadie. Sin embargo, hemos consultado con los municipios de Westerveld y Ooststellingwerf, donde se encuentra la reserva natural, sobre qué hacer”.

Entonces se decidió mantener a distancia al público y proteger no sólo al lobo, sino también a las personas que se acercaban a él. “Hoy en día, cuando aparece un lobo en algún lugar, casi automáticamente aparecen partidarios y detractores del animal. Esto también ha provocado las necesarias discusiones en el campo”, señala el forestal. “A algunas personas les encanta ver al lobo en la naturaleza, mientras que otras no pueden olerlo ni verlo. Queríamos evitar que las personas pelearan entre sí”.

“Todo estaba preparado para cerrar la carretera por donde seguía apareciendo el lobo. En un momento dado, la carretera estaba tan llena que los servicios de emergencia ya no podían pasar”, destaca Van Oossanen. Pero al final no fue necesario, porque el problema se resolvió solo: el lobo se fue antes del fin de semana y no volvió a aparecer después.

“Pero”, matiza el guardabosques, “en cuanto se va, puede volver”, lo sabe. “Y también lo saben las personas que vinieron en vano el fin de semana. Ahora no sabemos dónde está el lobo. Esto al menos ha permitido que vuelva la paz y la tranquilidad a la zona”.



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