El partido Bharatiya Janata de Narendra Modi recuperó el control del estado más rico de la India, Maharashtra, al formar una asociación con los legisladores rebeldes que derrocaron al gobierno estatal.
Maharashtra, el segundo estado más poblado de la India y hogar de la capital financiera del país, Mumbai, es un gran premio político para el BJP a medida que consolida el poder antes de las elecciones generales de 2024.
Después de dos semanas de drama político, el BJP acordó formar una nueva administración con casi 40 legisladores disidentes del partido regional nacionalista hindú Shiv Sena. Se habían rebelado contra Uddhav Thackeray, el presidente de su partido y primer ministro del estado.
Narendra Taneja, líder del BJP, describió el arreglo político como un “gobierno conjunto” entre el BJP y Shiv Sena. “Puede que tengamos más escaños en el parlamento estatal, pero estamos allí como socios iguales”, dijo Taneja.
Taneja prometió que el BJP devolvería a Maharashtra a “la agenda de desarrollo” después de acusar a la anterior administración estatal de estar “a la vanguardia en la oposición a todo lo que el gobierno central quería” en materia de desarrollo.
El regreso del BJP al poder en Maharashtra es un duro golpe para los partidos de oposición. Con el Congreso de la oposición liderado por la familia Gandhi en desorden, “los partidos regionales están dando la verdadera pelea”, dijo Neerja Chowdhury, un comentarista político.
“El mensaje de esta división en Shiv Sena es que la estrategia del BJP para el futuro puede ser dividir los partidos regionales y debilitarlos en diferentes estados”.
Se esperaba que un candidato del BJP se convirtiera en el nuevo primer ministro después de que Thackeray, habiendo perdido su mayoría, dimitiera el miércoles. Pero en el último momento, las partes decidieron nombrar en su lugar al líder rebelde de Shiv Sena, Eknath Shinde.
Se esperaba que el BJP “condujera en el asiento trasero, pero dependerá de lo que quiera Shinde”, agregó Chowdhury. “No creo que vaya a ser un sello de goma”.
Después de las elecciones de 2019, Thackeray, considerado un moderado dentro del partido de derecha, había forjado una coalición secular con los partidos de oposición. Eso rompió décadas de alianza con el BJP de ideas afines y provocó una ruptura ideológica dentro del partido.
El gobierno liderado por Thackeray recibió crédito por su respuesta a la crisis de Covid-19 y aplaudió por una ambiciosa agenda de cambio climático. Pero la coalición secular enfureció a algunos miembros del partido y acusaron a Thackeray de diluir la ideología de Shiv Sena.
A finales de junio, decenas de legisladores rebeldes de Shiv Sena fueron sacados de Maharashtra en aviones fletados y alojados en hoteles en estados lejanos. La práctica de los partidos políticos indios, o en este caso de las facciones, de aislar físicamente a los legisladores para evitar que deserten se ha vuelto tan común que se la ha denominado “política de resort”.
Los leales a Thackeray afirmaron que el BJP proporcionó vuelos y alojamiento a los rebeldes, un cargo que Taneja desestimó. “¿Están sugiriendo que Shiv Sena, como partido político, no puede permitirse alquilar un avión o reservar 20 habitaciones en un hotel?” preguntó.