Felipe, de 20 años, juega en el Sporting Club Trestina y habló de sí mismo a través de anécdotas de su infancia y del peso de un apellido conocido en todo el mundo: «Cuando lo nombraron Santo Padre, muchos aquí pensaban que era mi abuelo»
Físico, ilusión y carácter. Estas son las tres primeras características que destacan en Felipe Bergoglio, bisnieto del Papa Francisco, y un joven futbolista con grandes ambiciones. Respetando el nombre que lleva en su camiseta, Felipe se formó desde abajo, fue ascendiendo hasta alcanzar la mayoría de edad en la nación que lo vio nacer, Argentina, y luego apareció en las puertas del fútbol profesional, en Italia. Ahora lo espera el Sporting Club Trestina, club que representa a la aldea de Trestina, en el municipio de Città di Castello (Perugia), en la Serie D. «Muestro mi apellido con gran orgullo. Mis diferentes experiencias de vida me han marcado me ha llevado a tener poco contacto directo con Jorge -así llama la familia al Papa por su nombre de bautismo-, pero para todos nosotros es una gran alegría tener una rama de parentesco tan importante con el Santo Padre».