El Barça en 10 vuelca a Osasuna: es +5 sobre la Real. Piqué, adiós al fútbol con expulsión (desde el banquillo)

Los culés conquistan El Sadar gracias a una remontada firmada por Pedri y Raphinha (1-2 en la final). El equipo de Xavi reaccionó tras la expulsión de Lewandowski en el 30′. El defensa, en su último partido, fue expulsado en el descanso por protestas. Blaugrana en el mundial se asegura el primer puesto

Tres puntos de oro al final de una velada que certifica el carácter del grupo de Xavi. El Barça resucitó en Osasuna tras un gol encajado en frío y la expulsión de Lewandoski en el 30′, creando una remontada increíble en la segunda parte gracias a los destellos de Pedri y Raphinha. El 2-1 de El Sadar da a los catalanes la certeza de la primacía en solitario en la clasificación antes del parón mundial, con el Real Madrid ahora a cinco puntos (con un partido menos). El punto sensible de la tarde blaugrana es Piqué, que se despide del Barça con una roja directa subsanada en el descanso.

TURBO OSASUNA

Tras el título y el brazalete de capitán por última vez en el Camp Nou, Piqué vuelve al banquillo en el partido de despedida para dejar sitio a una pareja de centrales poco habitual, la de Christensen-Alonso. Pero la solidez defensiva de los catalanes falló a los cinco minutos. La presión y el centro de gravedad alto de los locales hacen que el regate de un centro del campo asaltado caiga en picada, la explosividad del Ávila hace el resto, creando inmediatamente las primeras grietas en la línea de cuatro blaugrana. El equipo de Arrasate arranca con vehemencia y pasa en la primera oportunidad gracias a una desviación en el scrum de García (sobre la que los blaugrana se quejan inútilmente de una falta a Alonso). Los culés poco o nada entienden de un buen cuarto de hora en el que Osasuna construye tres ocasiones claras sobre otros tantos robos de balón.

LEWA Y PIQUé, DOBLE LOCURA

Luego, nada más empezar a entablar el Barça, el incomprensible “harakiri” de Lewandowski complica aún más la situación: mala salida de García ante los ojos del colegiado Gil Manzano y segunda tarjeta amarilla en el 30’ con la consiguiente expulsión. Una auténtica pesadilla para los blaugrana, que se arriesgan a naufragar de nuevo en las jugadas de Ávila y los empuñadores navarros tras la ilusión de empate de Ferran Torres (desvío del triunfo en evidente fuera de juego en el 45′). Los ánimos se recalientan tras el pitido arbitral, que los blaugrana reclaman especialmente la expulsión del polaco, y camino de los vestuarios Piqué dejó escapar unas palabras de más. Resultado: expulsión directa del banquillo en el último partido de su carrera.

VUELCO PRODIGIOSO

De mal en peor para los catalanes. Pero cuando la derrota parece inevitable, aquí está el destello de la joya de la casa: la zarpazo oportunista repentino de Pedri y el empate en la primera estocada de la segunda parte, fruto de un derechazo al primer palo desde dentro del área. El gol regenera el ánimo y las piernas de los blaugrana, pero el hombre se siente menos. También porque el Osasuna no se rinde y sigue empujando, olfateando la gran oportunidad. ¿La más emprendedora? Obviamente Chimy Ávila, que en el 69′ obligó a Ter Stegen a dar en los riñones un derechazo envenenado desde casi 30 metros. El último cuarto de hora es puro sufrimiento, con los locales atacando con la cabeza baja y el Barça jugando sus últimas cartas con la frescura de Ansu Fati y Raphinha. Jugadas que resultan ganadoras, porque en el minuto 86 el brasileño aparece al borde del fuera de juego para recoger una invitación precisa de De Jong y burlarse de Fernández con un cabezazo que congela al Sadar. El Barça lo ganó en la cuerda floja tras una remontada al límite de lo increíble que puede pesar como un pedrusco en la carrera por el título.



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