El Banco de Japón dijo el martes que permitiría una mayor fluctuación en los rendimientos de los bonos a 10 años en un ajuste inesperado a su política monetaria ultralaxa, lo que provocó que el yen ganara considerablemente frente al dólar estadounidense.
El banco central dijo que permitiría que los rendimientos de los bonos a 10 años fluctuaran más o menos un 0,5 por ciento, en lugar del 0,25 por ciento anterior. Mantuvo las tasas de interés a un día en menos 0,1 por ciento.
La mayoría de los economistas esperaban que el gobernador del BoJ, Haruhiko Kuroda, mantuviera el rumbo hasta que renuncie en abril.
El yen saltó brevemente más del 2 por ciento a alrededor de ¥ 134 por dólar estadounidense. En las últimas semanas, la moneda japonesa se recuperó desde un mínimo de 32 años a medida que los legisladores de EE. UU. y Europa comenzaron a reducir el tamaño de sus aumentos de las tasas de interés.
La inflación subyacente de Japón, que excluye los volátiles precios de los alimentos, ha superado el objetivo del 2 % del BoJ por séptimo mes consecutivo, alcanzando un máximo de 40 años del 3,6 % en octubre.
Kuroda había argumentado durante mucho tiempo que cualquier endurecimiento sería prematuro sin un crecimiento salarial sólido para proteger a la economía de volver a caer en una espiral deflacionaria.
La reunión de la junta se produjo cuando los funcionarios del gobierno plantearon la posibilidad de revisar un acuerdo existente entre el gobierno y el banco central, que compromete al BoJ a alcanzar su objetivo de inflación del 2 por ciento «en la fecha más temprana posible».
Luego de un informe de Kyodo News durante el fin de semana, Hirokazu Matsuno, el secretario en jefe del gabinete, negó que el gobierno haya decidido revisar el acuerdo.
Dos personas con conocimiento de las discusiones dijeron que algunos funcionarios dentro del gobierno estaban abiertos a la idea de revisar el acuerdo bajo el nuevo gobernador, pero no se espera una decisión formal hasta que asuma el nuevo liderazgo del BoJ.