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El banco central de Australia ha recortado el pronóstico de crecimiento económico del país, citando el impacto de tasas de interés más altas y la perspectiva de una desaceleración en el consumo chino a pesar de las señales “alentadoras” de que la inflación ha comenzado a disminuir.
El Banco de la Reserva de Australia dijo que sus proyecciones más bajas a corto plazo reflejaban una perspectiva más débil para el gasto interno. La gobernadora Michele Bullock dijo que controlar la inflación seguía siendo un objetivo clave del RBA y se negó a descartar nuevas subidas de tipos de interés, aunque los analistas y las propias suposiciones del banco están teniendo en cuenta los recortes de tipos este año.
“Los precios de los alimentos aumentaron un 20 por ciento en los últimos dos años. Eso es enorme”, dijo.
La inflación anual cayó al 4,1 por ciento en el trimestre de diciembre, una fuerte reducción con respecto al 5,4 por ciento registrado en el período de septiembre, y como resultado el RBA redujo sus pronósticos de inflación. Sin embargo, no se espera que la inflación regrese al rango objetivo del 2-3 por ciento antes de 2025, dijo el banco.
El RBA redujo su proyección de crecimiento del producto interno bruto al 1,3 por ciento para junio de 2024, desde el 1,8 por ciento pronosticado en noviembre, y redujo sus estimaciones hasta 2025.
Bullock dijo que los pronósticos también tomaron en cuenta una desaceleración esperada en China, después de que el banco advirtiera que una “desaceleración cíclica prolongada” representaría un riesgo. Australia es un gran exportador de materias primas a China, mientras que la educación y el turismo también están expuestos a la salud de la economía asiática, que se ha visto afectada por una desaceleración en el sector inmobiliario.
La conferencia de prensa del banco del martes marcó el comienzo de una nueva era para el RBA después de que una revisión de sus operaciones el año pasado desencadenara la mayor reestructuración de su historia. Bullock fue nombrado gobernador el año pasado.
El RBA tiene nuevas obligaciones para mejorar la transparencia de su formulación de políticas y se está preparando para formar una junta dedicada a fijar las tasas de interés este año.
También se ha comprometido a abordar las acusaciones de que el banco era demasiado jerárquico y de que su directorio no había sido cuestionado lo suficiente en su toma de decisiones. Andrew Hauser, un veterano de 30 años en el Banco de Inglaterra, fue nombrado adjunto de Bullock en diciembre, y Sarah Hunter llegó procedente de Oxford Economics como economista jefe del banco el mes pasado.
Paul Bloxham, economista jefe de HSBC Australia y ex funcionario del RBA, dijo que la revisión había provocado muchos cambios de procedimiento en el banco central, pero que su objetivo de inflación básica y sus herramientas para fijar las tasas seguían siendo las mismas. “Hay más cambios de proceso que cambios fundamentales”, dijo.
No obstante, la decisión de celebrar conferencias de prensa brindó a Bullock la oportunidad de explicar el enfoque del banco en términos menos técnicos que en sus declaraciones formales.
Usó el ejemplo de la demanda de entradas para la gira australiana de Taylor Swift este mes como ejemplo de cómo la alta inflación del sector de servicios estaba afectando el comportamiento del consumidor.
“La gente está decidiendo qué es importante para ellos y qué no y claramente para mucha gente Taylor Swift es muy importante”, dijo.