En marzo, el gobierno flamenco finalmente aprobó el GRUP, tras lo cual la decisión se publicó en el Boletín Oficial belga el 15 de mayo. Se abrió entonces un plazo de 60 días durante el cual los opositores podían apelar ante el Consejo de Estado. A principios de esta semana, los municipios de Lichtervelde y Wingene anunciaron que iniciarían un procedimiento de este tipo y, justo antes de la fecha límite, Izegem también se unirá a la batalla. A principios de este año, los gobiernos de Lendelede, Deerlijk y Ardooie respondieron a la decisión gubernamental preparando también acciones legales.
En el verano del año pasado, el gobierno flamenco ya acordó un GRUP, pero posteriormente el Consejo de Estado llevó a cabo una investigación sobre los planes. El organismo jurídico recibió aproximadamente 3.550 objeciones contra el desarrollo de la controvertida conexión eléctrica. Al final, la versión original pasó sin cambios fundamentales. El proyecto Ventilus ha provocado una feroz oposición en Flandes Occidental, en parte por el temor de que la radiación magnética sea perjudicial para la salud.