El arduo ascenso a la cumbre de la paz

En todo el mundo se están realizando los preparativos para otra cumbre por la paz (foto de archivo).

Fuente: dpa

Como Rusia no fue invitada ni quiso asistir a la reunión de 100 naciones en las montañas suizas, una parte del público alemán ya lo tenía claro antes de que se extendiera la alfombra roja: de todos modos, todo es inútil.

Pero cuando la “Conferencia de Alto Nivel sobre la Paz en Ucrania” finalizó con una espectacular puesta de sol, desde lo alto de Bürgenstock se vio algo que no se había visto en ninguna otra cumbre en todos los meses de guerra: esperanza.

Ese primer día hubo diversas evaluaciones sobre si Rusia aceptaría la invitación, pero incluso los líderes más confiados sabían que aún quedaba un largo camino por recorrer para lograr verdaderas negociaciones de paz. Por eso los 78 Estados firmantes se dieron una tarea.

Que Rusia esté de acuerdo también dependerá de dónde se celebre la segunda cumbre. Suiza ya no es una opción. Después de que se supo que la república alpina estaba celebrando una cumbre en Ucrania, el Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia describió al país como “ya no neutral” y “abiertamente hostil”. La televisión estatal calificó al presidente suizo de “incompetente” y “gordo”.

Zelensky dijo que estaría feliz si “un representante de Rusia” participara en la próxima cumbre. Y millones de otras personas también.

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