El apretón de manos de Vingegaard y Pogacar como la botella entre Coppi y Bartali

En el Tour el maillot amarillo frena y espera al vigente campeón que se cayó cuesta abajo: es el último ejemplo de juego limpio entre gigantes del deporte

Pensándolo bien, lo de Tadej Pogacar también es fair play cuando le da la mano a Jonas Vingegaard y le asegura que pueden empezar a darles una buena razón, como si nada hubiera pasado. Pero algo pasó, algo grande. Faltan menos de treinta kilómetros para la meta en Hautacam.



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