El centro climático europeo Copernicus tiene esto anunciado el martes. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) llegó el lunes incluso hasta la conclusión que 2023 es oficialmente el año más caluroso jamás medido con equipos modernos y, por lo tanto, probablemente el año más caluroso en más de 100 mil años.
Esto significa que 2023 destronará fácilmente al año más cálido registrado hasta ahora, 2016, por un margen de casi dos décimas de grado, una distancia enorme en un campo donde unas pocas centésimas de grado normalmente se consideran mucho.
2023 fue también el año con el verano más cálido registrado en el hemisferio norte. Además, durante unos días de noviembre la temperatura media mundial estuvo incluso por encima del límite de 2 grados más que en la época preindustrial. Ésa es la frontera que la comunidad internacional considera francamente “peligrosa”.
Sobre el Autor
Maarten Keulemans es editor científico de de Volkskrant, especializada en microvida, clima, arqueología e ingeniería genética. Fue nombrado periodista del año por sus reportajes sobre el coronavirus.
El calor récord no se debe exclusivamente al cambio climático. A mediados de 2023 surgió El Niño en el Océano Pacífico, el fenómeno meteorológico que también aumentó las temperaturas globales en 2016. En el clima mundial, que ya se está calentando rápidamente debido a los gases de efecto invernadero, esto supuso un impulso adicional. De junio a diciembre, todos los meses fueron récord de calor.
Es significativo que 2023 no haya sido el año más cálido registrado en Europa, muy lejos de El Niño. En nuestro continente, 2020 sigue teniendo el récord provisional: 0,17 grados más cálido que el año pasado. Lo que no altera el hecho de que 2023 también fue más de un grado más cálido en Europa que el promedio de los años 1991-2020.
Consecuencias profundas
Las nuevas cifras tienen “profundas consecuencias para el acuerdo climático de París”, afirma el director del programa climático Copernicus, Carlo Buontempo.
“Los extremos que hemos observado en los últimos meses proporcionan un testimonio dramático de lo lejos que hemos llegado del clima en el que se desarrolló nuestra civilización”, dijo Buontempo. “Si queremos gestionar con éxito los riesgos climáticos, debemos descarbonizar urgentemente nuestra economía, utilizando al mismo tiempo nuestro conocimiento y datos climáticos para prepararnos para el futuro”.
Fue un “año excepcional en el que los récords climáticos cayeron como fichas de dominó”, afirma la directora de Copernicus, Samantha Burgess. Algunas fichas de dominó más: en febrero hubo una cantidad récord de hielo marino frente a la costa de la Antártida; Europa experimentó el septiembre más cálido jamás registrado; en el mar, el agua del océano estuvo récord de temperatura de abril a diciembre; y julio y agosto fueron los dos meses más calurosos jamás registrados en la Tierra.
Cruzando la marca de los dos grados
La superación temporal global de los límites de 1,5 y 2 grados no significa que el acuerdo climático de París pueda abandonarse ahora, subraya también Copérnico. Para lograrlo, la temperatura debe elevarse estructuralmente por encima de esos límites, algo que probablemente sucederá de forma bastante gradual.
Al ritmo actual de emisiones de gases de efecto invernadero, las temperaturas globales superarán el grado y medio alrededor de 2030, y superarán la marca de los dos grados en algún momento alrededor de 2050.