El alcalde De Wolden fue más allá del libro al confiscar perros

El alcalde del municipio de De Wolden debe fundamentar mejor por qué se confiscaron dos perros pastores de Echten. Por la argumentación actual, De Wolden recibe una palmada en los dedos del juez.

El 14 de enero del año pasado fueron incautados dos perros pastores. Los perros habían mordido a cinco ovejas el 30 de diciembre, dos de las cuales no sobrevivieron. El entonces alcalde Roger de Groot decidió confiscarlo.

Un alcalde puede tener un perro confiscado si hay “una violación inaceptable de la ley y el orden”. La medida también puede tomarse si existe el temor de una nueva interrupción.

El alcalde invocó su ‘autoridad de comando ligero’, que puede usar si ocurre o amenaza una perturbación repentina del orden público (tiempo inmediato). Según el juez, no fue así. Se ha hablado de perros desde 2017. Además, el hecho se produjo el 30 de diciembre, mientras que el decomiso fue dos semanas después.

Según el juez, el alcalde tampoco tiene intención de devolver los perros. El juez habla, por tanto, de una ‘reasignación permanente’ en lugar de un embargo temporal, para lo que está autorizado el alcalde. Al hacerlo, el alcalde “en este caso abusó de los poderes menores para dar órdenes”, dijo el tribunal.

Con el fallo del juez, los dueños de los perros tienen razón en su apelación, pero eso no significa que los perros hayan regresado. El juez ha ordenado ahora a la nueva alcaldesa de De Wolden, Inge Nieuwenhuizen, que indique la base legal sobre la que se han incautado los perros. Ella debe hacértelo saber dentro de dos semanas.



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