Farioli comenzó con Brian Brobbey como delantero, lo que significó que Wout Weghorst estaba en el banquillo junto a Kenneth Taylor, que no estaba en forma y fue reemplazado por Kian Fitz-Jim. Al comienzo del partido, en el lado F se desplegó una gran pancarta con el texto: “Aquí dominan el blanco, el rojo y el blanco”.
El blanco y el rojo dominan
El texto de la pancarta encajaba bien con el inicio del partido, en el que el Ajax dictaba claramente el juego en el Johan Cruijff Arena. Sin embargo, el PSV anotó de la nada en el minuto 18; Luuk de Jong cabeceó tras un saque de esquina, algo insostenible para Pasveer. El Ajax siguió atacando, pero sin resultados hasta que Klaassen finalmente cabeceó el empate en la primera parte tras un centro de Hato.
El trabajo duro tiene recompensa
La segunda parte fue de ida y vuelta, con ocasiones para ambos equipos. El PSV volvió a ponerse en ventaja en el minuto 54 gracias a Perisic, que colocó muy bien el balón en el córner. El Ajax volvió a defenderse y esta vez fue Fitz-Jim quien marcó tras un disparo de Traoré, golpeando con fuerza el balón en el travesaño.
El gol dio paso a una fase fuerte para el Ajax, que presionó al PSV. Al final, Tillman pasó el balón a los pies de Godts, quien remató con frialdad. Ajax sorprende a amigos y enemigos al vencer al Feyenoord y al PSV en una semana. Farioli puede estar orgulloso de su equipo. El próximo rival es el Maccabi el próximo jueves.