La capacidad de ahorro de las familias italianas asciende a 5 mil millones. Una propensión que sigue siendo la más alta de la Unión Europea, pero que se ve penalizada, cuando se invierte esta riqueza, con impuestos más altos en comparación con otros países europeos. Fue el presidente de la ABI quien insistió en este viejo problema, Antonio Patuellicon motivo del 100º Día del Ahorro. En particular, este último se centró en la tributación de las inversiones en acciones, lo que pesa no sólo sobre los rendimientos sino también sobre las actividades de las empresas.
En cuentas corrientes 2 por mil de timbre y 26% en devoluciones
«Los ahorros invertidos en acciones de empresas están sujetos a tributación por más de la mitad de los ingresos brutos producidos, añadiendo el “cupón seco” del 26% sobre los ingresos netos, ya gravados por el IRES del 24% y por los recargos autonómicos y municipales. por aproximadamente el 4,5% del IRAP, IMU y timbre”, dijo. Patuelli ya se había centrado en el tema la semana anterior, con motivo del seminario organizado para periodistas en Florencia. En aquella ocasión definió el impuesto de timbre como un “impuesto inmobiliario inconstitucional” y precisó que la carga fiscal sobre las inversiones en títulos bancarios es superior a la de los títulos de otras empresas: en el primer caso se encuentra entre los 59 -60 por ciento, frente al 55 por ciento promedio. El presidente de la ABI también esperaba una reducción de los impuestos para las inversiones de ahorro a largo plazo, en particular las destinadas a la economía real, y un aumento para las especulativas. De momento el ejecutivo no ha adoptado ninguna medida respecto a la revisión de la fiscalidad del ahorro en el contexto de la delegación fiscal.
Patuelli: «Se grava demasiado el ahorro y se va al extranjero». Mattarella: «Es un valor para el futuro del país»
La tasa impositiva de Bitcoin pasa del 26 al 42 por ciento
Sin embargo, el gobierno ha intentado un primer paso aumentando los impuestos sobre los rendimientos de las inversiones en bitcóinllevándolo del 26 al 42 por ciento. La medida se introdujo en la ley sobre la maniobra, pero ya ha creado una división en el gobierno y, según se informa, la Liga está dispuesta a proponer enmiendas para eliminar esta diferenciación. La mayor parte de los fondos ahorrados por las familias no se invierten: la encuesta Acri-Ipsos publicada estos últimos días destaca que el 63% de quienes ahorran prefieren mantener el dinero en la cuenta corriente, que todavía soporta el impuesto del 26% (escaso ) devoluciones y derechos de timbre. Si partimos de la suma de 5.000 millones y aumentamos el 63 por ciento que no se invierte, quedan 2.350 millones que en cualquier caso se destinan a ingresos y sobre los cuales el Estado gana al menos ese 26 por ciento de rentabilidad. Si asumimos un rendimiento promedio del 5 por ciento, son 30 mil millones de ingresos. Si fuera posible aumentar la proporción de capital invertido en iniciativas que contribuyen al crecimiento económico del país, habría espacio para reducir los impuestos y aún así tener un aumento en los ingresos.
Pólizas de seguros de vida: el impuesto de timbre ahora se paga cada año y no al final
En el Derecho financiero, sin embargo, existe otra norma que endurece las condiciones para quienes invierten, en particular en los seguros de vida de los sectores III y V, instrumentos que son más una inversión que un seguro. La medida se enmarca en las iniciativas acordadas entre el Gobierno y el mundo asegurador para dotar de liquidez a las arcas estatales (en total se esperan unos 6.000 millones entre 2025 y 2027 procedentes de bancos y compañías de seguros). La disposición para el sector asegurador afecta al impuesto de timbre, que Patuelli definió como “inconstitucional” porque no es proporcional a la inversión. La norma también afecta a los clientes (con efecto retroactivo) que tengan contratados seguros de vida de tercera y quinta rama. Se les exigirá que paguen anualmente el impuesto de timbre sobre las comunicaciones financieras (calculado como el 2 por mil de la prima pagada) en lugar de pagarlo a tanto alzado al finalizar el contrato. Las empresas desempeñan el papel de agente retenedor pero, en este caso, tendrán que operar como agencia recaudadora ya que deberán solicitar el pago del impuesto todos los años. Los ingresos previstos con esta operación suponen un aumento de los ingresos para el Estado de 970 millones en 2025, 397 millones en 2026, 385 millones en 2027 y 184 millones en 2028. Todo ello por un valor de 1.800 millones. El informe técnico precisa que «la norma también prevé el pago del impuesto de timbre vencido en años pasados (impuesto de timbre reservado anualmente) y aún no pagado en 4 años con diferentes porcentajes (50% en 2025, 20% para cada uno de los años 2026 y 2027 y 10% para 2028). Además, se dispone que el importe correspondiente al impuesto de timbre pagado anualmente por la compañía aseguradora se computa como una reducción del beneficio pagado al vencimiento o rescate de la póliza”.